Por: Claudia Arjona, Núria Bisbal, Tito Cortés, Clara Dalmau y Sonia Fernández
Durante más de treinta años hemos seguido la actualidad informativa de Televisión Española de la mano de Ana Blanco. La periodista se ha convertido no solo en uno de los rostros más emblemáticos y conocidos de la cadena, sino también del periodismo español. Es precisamente por su labor profesional que ha desempeñado diariamente y con rigor desde hace tantos años que hoy recoge un galardón más para su colección: El Premio Ítaca.
De Bilbao a la televisión nacional
La periodista nacida en Bilbao se formó en Ciencias de la Información en la Universidad Complutense de Madrid. Tras su formación, inició su carrera profesional en 1985 precisamente en la cadena que la ha visto crecer, TVE, empezando como redactora de informativos. Esto marcó el inicio de su papel como una de las periodistas más reconocidas y respetadas de la televisión española.
Blanco a lo largo de su vida ha presentado más de 7.400 ‘telediarios’. Alguno de estos han sido y serán recordados en la historia por su importancia. Acontecimientos como los atentados del 11 de septiembre, los del 11M de Madrid o la abdicación del Rey Juan Carlos I fueron narrados por ella en la edición del telediario español con más audiencia de la historia. Su forma de comunicar ha sido clave para la transmisión de calma y claridad en estos momentos complicados.
Más allá del Telediario
Queda claro que Ana Blanco ha sido una gran referente para el buen periodismo, pero ¿cómo lo ha demostrado? A través de su versatilidad y capacidad de adaptación a los diferentes formatos televisivos, presentando desde Informe Semanal hasta debates políticos en Tengo una pregunta para usted.
Además, algo que destaca de la bilbaína es su estilo: claro y objetivo. En este momento es sabido que la televisión está llena de opiniones y falta de rigurosidad, por lo que su forma de comunicar y su neutralidad han sido un ejemplo de profesionalidad y le han permitido ganarse la confianza de los espectadores durante más de tres décadas.
Un legado que perdura
A pesar de los cambios en la forma de consumir información, Ana Blanco ha sabido adaptarse a los nuevos tiempos sin perder su esencia. Esto es algo que pocos periodistas consiguen, y su relevancia hoy en día es prueba de su talento y dedicación.
La carrera de Ana Blanco es mucho más que la historia de una periodista: es el reflejo de cómo hacer buen periodismo en televisión. Su profesionalidad, su compromiso con la información de calidad y su capacidad para conectar con la audiencia la convierten en un referente para todos los que soñamos con ejercer esta profesión algún día. Su legado es un ejemplo de que el periodismo puede marcar la diferencia, tanto en la sociedad como en la vida de quienes lo practican.
Entrega del Premio Ítaca
Es por su ejemplo de buen periodismo que el Gabinete de Comunicación y Educación de la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la UAB, en colaboración con el Máster de Periodismo de Viajes, le ha hecho entrega del galardón que reconoce a figuras destacadas de la comunicación por su compromiso ético y profesional. La ceremonia ha tenido lugar en el aula magna de dicha facultad.
Algunas figuras a las que se ha entregado este mismo premio son Martín Caparrós (que también se encuentra entre los invitados de la velada), Jordi Évole, Rosa Maria Calaf, entre otros.
Historia del premio
El nombre del Premio Ítaca está inspirado en un famoso poema del escritor griego Konstantinos Kavafis, de nombre homónimo, donde la isla Ítaca representa el destino final de Ulises en La Odisea de Homero, siendo una metáfora del viaje vital. El poema centra su atención en el proceso, en el viaje, realzando su importancia por encima del destino.
En el contexto del premio, esta referencia resalta la idea del periodismo como un viaje ético y profesional. Al igual que Ulises, los galardonados han dedicado su carrera a explorar el mundo y compartir sus conocimientos con unos principios de veracidad y responsabilidad.
El reconocimiento de Ana Blanco
La figura de Ana Blanco representa todo lo que un periodista debería aspirar a ser: rigurosa, ética y comprometida con la información de calidad. Su capacidad para adaptarse a los cambios y mantenerse como un referente durante más de tres décadas demuestra que el buen periodismo todavía tiene un lugar importante en nuestra sociedad.
La entrega del Premio Ítaca es un reconocimiento merecido a su larga trayectoria. Su legado nos enseña que, con esfuerzo y dedicación, el periodismo puede marcar la diferencia en un mundo donde la verdad es más necesaria que nunca. Aquí os dejamos un resumen de la carrera profesional de Ana Blanco.