Estudiants en una aula universitària

El 49% de las personas que en los últimos años han obtenido el grado de Periodismo no están ejerciendo las funciones específicas de la titulación, según el informe de 2020 sobre la inserción laboral de los graduados publicado por la Agencia para la Calidad del Sistema Universitario de Catalunya (AQU). Este porcentaje contrasta con las cifras generales de los graduados en todas las carreras universitarias: ocho de cada 10 licenciados trabajan en funciones específicas de la titulación. Sin embargo, en los últimos veinte años, ha aumentado la satisfacción de los recién graduados en Periodismo con el contenido del trabajo que están realizando después de la carrera y con el nivel de la retribución que reciben, aunque el sueldo medio sea inferior al de 2001.

El informe de la AQU, organismo dependiente de la Generalitat, indica que el 86% de los graduados en Periodismo está ocupado y que, de estos graduados con trabajo, el 51% realiza funciones específicas de la titulación, el 38% trabaja en funciones universitarias y del 11% en funciones no universitarias.

El estudio señala que en los últimos 20 años ha aumentado el índice de calidad ocupacional (IQO) de los graduados al pasar de los 53,3 puntos (2001) hasta los 62,5 (2020). El IQO toma valores de 0 a 100 y se construye a partir de cuatro indicadores: contrato, satisfacción con el trabajo, retribución y adecuación. Cuanto más elevados los valores, mejor calidad ocupacional (mayor estabilidad, satisfacción, retribución o adecuación).

Los nuevos graduados tardan bastante más en encontrar trabajo que hace 20 años. Si ahora el 12% tardó más de un año en encontrar uno, en 2001 sólo era el 1,7% de los recién licenciados tardaba tanto. Quizás sea esta una de las razones por las que si en 2001 siete de cada diez licenciados de Periodismo repetiría la titulación, en 2020 son poco más de la mitad los que lo harían.

En cuanto a las condiciones laborales de los que están ocupados, el 76% tiene contrato a tiempo completo, algo menos que en 2001 (78%), pero la media del sueldo bruto mensual es significativamente inferior respecto a veinte años atrás; 1.646 euros brutos al mes ahora y 1.822 euros brutos al mes en 2001. Sensiblemente inferior a la media de todas las facultades. Según la AQU, el 51% de los recién graduados en todas las carreras universitarias con empleo cobran más de 2.000 euros brutos al mes. En el caso de los ingenieros, la proporción sube al 81%.

Entre los graduados en Periodismo, han crecido el número de contratos fijos o indefinidos (del 48% del 2001 al 55%) y también los que trabajan sin contrato, aunque son porcentajes bajos (del 1,2% al 3, 8%).

El empleo de los recién graduados se ha ‘descentralizado’ ligeramente y en estos veinte años se ha incrementado el número de recién graduados que han encontrado trabajo fuera de la circunscripción de Barcelona. En las comarcas de Tarragona se ha triplicado el porcentaje (de 2% a 6%) y duplicado en Girona (2% a 4%). En Lleida se mantiene en el 2%.

Menos sueldos y más contentos

Aunque las condiciones laborales no han mejorado, los jóvenes graduados se sienten más satisfechos con el contenido de sus trabajos, con las perspectivas de mejora, con las retribuciones y, en general, con los trabajos que tienen en la actualidad. Una satisfacción que no se refleja tanto al evaluar la formación que han recibido en las aulas, sobre todo en cuanto a las competencias específicas que han recibido en su formación tanto teórica como práctica. Eso puede ser uno de los motivos que expliquen que en veinte años haya aumentado el número de graduados que continúan su formación a través de cursos especializados, masters, postgrados u otros grados. En 2001 lo hacía el 59% de los encuestados y ahora lo hace el 73%.

Destaca el incremento del porcentaje de estudiantes de Periodismo que durante la carrera han compatibilizado los estudios con algún trabajo. Así, si en 2001 más de la mitad de los alumnos estudiaba a tiempo completo (55%), en 2020 lo hacía menos de dos de cada cinco (38%). ¿Tendrá algo que ver el aumento escandaloso del precio de las matrículas universitarias en estas décadas? ¿Y la recesión económica de 2008?

En la carrera de Periodismo -como en muchas otras- se mantiene la proporción de dos tercios de mujeres estudiantes y un tercio de hombres en los últimos 20 años. Y crece sensiblemente el porcentaje de nuevos graduados con uno o dos de los progenitores con estudios superiores. Si en 2008 eran el 43%, en 2020 eran el 55% (no hay datos de 2001).

Para realizar su informe sobre los graduados de Periodismo, la AQU encuestó a antiguos alumnos de las universidades Autónoma de Barcelona, ​​Pompeu Fabra, Ramon Llull, de Girona, Rovira i Virgili, de Vic, Internacional de Catalunya y Abad Oliba. Sin embargo, sólo se han publicado los resultados de las tres primeras instituciones, porque las otras no tenían suficientes encuestados y, por tanto, el error muestral era demasiado alto.

El año pasado se matricularon 3.012 alumnos en las diferentes facultades catalanas, según la Secretaría de Universidades e Investigación de la Generalitat. En el curso 2000-2001 fueron 2.312. El incremento de las matrículas durante lo que llevamos del siglo XXI ha sido del 30%. El año en que se consiguieron más matriculados fue en 2013 con un total de 3.294. Desde entonces ha habido un progresivo decrecimiento. Actualmente ya no se estudia únicamente la carrera de Periodismo, sino un grado que muchas veces está compartido con otra materia: Periodismo y Ciencias Políticas, Periodismo y Comunicación Corporativa, Periodismo y Comunicación Audiovisual, Periodismo y Publicidad, y Relaciones Públicas y Marketing, etc.

Los resultados de las encuestas y de las matriculaciones, así como el panorama profesional y laboral de los trabajadores de los medios y gabinetes de comunicación hacen plantear diferentes preguntas sobre la carrera de Periodismo. Algunas de ellas pueden ser: ¿tiene sentido que se matriculen más de 3.000 alumnos en ocho facultades universitarias en una carrera profesional que absorbe laboralmente sólo a la mitad de sus graduados? ¿Están suficientemente adaptados los programas académicos a las necesidades profesionales de los nuevos medios de comunicación si los recién graduados se muestran poco satisfechos o insatisfechos por el nivel y la utilidad de las formaciones teórica y práctica que se les ofrece en la facultad?

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