Biel Ibáñez, Ignacio Jiménez, Laura Narbona, Nuria Ferrero, Sílvia Fernández
Tras el comienzo de la guerra entre Rusia y Ucrania se han ocasionado unas consecuencias críticas en las economías de prácticamente todos los países del mundo. Del país afectado por la guerra, Ucrania, dependemos en gran parte por los cereales que consumimos o con los que se elaboran productos básicos como el pan, asimismo, también es exportador de aceite. Y en materia automovilística, nosotros, desde occidente dependemos mayoritariamente de Rusia para el gas y el combustible con el que cargamos el nuestro coche o encendemos las luces de casa. Ante las sanciones económicas de la Unión Europea hacia este país, su respuesta ha sido disparar los precios de estas energías, fenómeno que conocemos como inflación. España, sin duda, es dependiente de estos productos originarios de los países en guerra, y es por eso que está pasando por la crisis económica más grave desde 2008.
¿Qué es la inflación?
La economía de nuestro país se encuentra en un momento de inflación. Esto significa que hay un aumento generalizado y sostenido de los precios de los bienes y servicios existentes en el mercado durante el período de tiempo actual. Este suceso refleja la pérdida del valor real que tiene el medio interno de intercambio y unidad de medida de una economía, más conocido como la propia moneda. Una medición que se utiliza frecuentemente para este tema es el índice de los precios, que corresponde a la variación general de estos en los porcentajes por año.
Esto quiere decir que la inflación afecta especialmente en el aumento de los precios. No obstante, el problema también viene derivado porque un aspecto condicionante para nuestro desarrollo no está actuando en consecuencia, es decir, los sueldos tampoco han incrementado. Es más, España se ha convertido en el cuarto país de los 27 que pertenecen a la Unión Europea que menos suben en salarios (solo un 2,6%), incluso por debajo de la media europea (4,1%).
Sectores más afectados
En cuanto al aumento de los precios se refiere, uno de los sectores que está siendo más costoso para los españoles es la cesta de la compra, lo que viene siendo la alimentación. Dentro del artículo “El aumento de los precios de las materias primas alimenticias y su traslación a los precios de consumo en el área del euro”, publicado por la Dirección General de Economía y Estadística de Banco de España, se expone que el precio de los alimentos ha supuesto el 17% del alza inflacionista en la zona euro.
Si entraramos en un supermercado ahora mismo y pudiéramos comparar los precios actuales con respecto a los de hace un año, podríamos ver como prácticamente todos los alimentos han subido, a mayor o menor escala. Teniendo en cuenta que no en todos los supermercados ha subido todo lo mismo, la media muestra que quien lidera esta subida, y como se ha dicho anteriormente a causa de que su mayoría es exportada desde Ucrania, es el aceite de oliva, que respecto a 2021, ha subido un 55,9% (según el INE). Le siguen los productos azucarados con una subida de 50,2%, los cereales y harinas, también mayoritariamente de procedencia ucraniana, que este año valen un 37,6% más que el año pasado, y la mantequilla con un 37,5%.
Cabe destacar un ligero cambio en la tasa de variación anual del IPC (Índice de Precios al Consumo) en España durante este noviembre, puesto que ha sido del 6,8%, 5 décimas inferior a la del mes anterior. La variación mensual del IPC ha sido del -0,1%, de forma que la inflación acumulada en 2022 es del 5,5%, según las cifras extraídas del portal digital ‘Datosmacro.com’.
Previsión de futuro
A pesar del tímido cambio de tendencia en noviembre, no debemos olvidar que llegan las fechas navideñas, donde los supermercados aplican las estrategias de ofertas y subidas de precios en los productos más demandados para esta época. Según datos del INE, los productos más consumidos en una cena de navidad son la carne, turrones y polvorones, mariscos y embutidos. Los precios de estos productos han subido un 13%, 11%, 9% y 8% respectivamente, lo que provocará las comidas navideñas les cuesten a las familias una media de 15,4% más que el año pasado. A todos estos productos se les suman el azúcar y el aceite, quienes suponen la inflación de precios más altos en el sector de la alimentación.
Mirando hacia adelante, el futuro no parece muy prometedor. Según fuentes del Banco Mundial, “mientras los precios de la energía sean altos y al alza, la comida y la nutrición peligrarán aún más”. Cierto es que se prevé una bajada del 11% de cara al 2023 y del 12% en 2024. Aún así, los precios seguirán siendo mucho más elevados que antes de la Guerra de Ucrania. En cifras, un 50% más altos que en la media de los últimos 5 años hasta 2025.
Tras leer el artículo…¡Te ponemos a prueba! ¿Serás capaz de acertar todas las respuestas?