Al lado de Arco del Triunfo, una zona que combina la majestuosidad arquitectónica del monumento y la vitalidad de la vida urbana del distrito del Eixample, se respira un ambiente único, que solo una tienda de libros puede ofrecer.
El olor a papel, el sonido de las hojas al pasar o el murmullo de los clientes que discuten sobre sus series favoritas, crean una sensación mágica.
La famosa Norma Cómics, una librería especializada en tebeos y novelas gráficas, ha sido testigo del auge y la caída de muchos héroes y villanos en sus páginas. Erguido en sus estantes junto a otros ejemplares, se encuentra Blacksad, el detective felino cuya figura en blanco y negro muestra su ingenio y habilidad para resolver los casos más complicados.
Álvaro Nazar, pese a ser un gran fanático de los animales antropomórficos de Juanjo Guarnido, nunca ha tenido el libro colocado en ninguna de las estanterías de su habitación. Tampoco en el salón o dentro de la bandolera, donde sí lleva otras obras, además de los utensilios básicos para cualquier animador digital: una tableta gráfica, softwares, una cámara, una lámina y lápices de colores. Mientras tanto, en su piso de Barcelona, igual que en el de Chile, donde ha vivido por 10 años, sí guarda colecciones de cómics y revistas de tantos autores y editoriales.
“Vale 50 euros, es muy caro”, comenta como motivo de peso.
Aun así, ha tenido el cómic entre sus manos más veces de las que sabe recordar; ya que, además de ser un habitual de Norma, se inspira en su ilustrador para hacer diseños propios.
Como lector, pero también como profesional, Álvaro deambula en un mundo donde las historias de papel cobran vida y la imaginación fluye sin límites. Entre las estanterías de la librería busca inspiración para su próximo proyecto. Desde que era niño, quedó fascinado por el mundo del cómic, y ahora, como adulto, encuentra en él un refugio donde su creatividad florece.
El joven animador ha tenido que profundizar en miles de ámbitos antes de sumergirse en el mundo gráfico; desde anatomía y mecánica corporal, hasta modelaje e iluminación. El coautor de Blacksad consigue una técnica, en su opinión perfecta, que plasma el movimiento humano en todas sus formas y es algo que se ha convertido en su punto de mira. Para replicarlo, ha tenido un largo aprendizaje y quiere seguir formándose una vez acabe el Máster de Concept Art y Diseño de personajes que está realizando.
Da vida a sus dibujos, igual que lo hacen las viñetas del gato detective que investiga un misterioso asesinato en la ciudad de Nueva York. La forma en que los personajes saltan de página en página, los colores meticulosamente seleccionados y el arte impecable le capturan por completo.
Los trazados de Juanjo Guarnido han tocado al chileno, los detalles que alcanza el español se pueden apreciar en los últimos trabajos de Álvaro y consigue, en parte, acercarse al estilo del español. Los colores, los gestos y las expresiones abrazan al chileno y lo invitan a seguir perfeccionando su trabajo y a crear un nuevo estilo. Nazar ha hallado en Blacksad más que una simple obra, ha encontrado la norma de su inspiración.