A falta de 6 carreras para finalizar el Mundial de Fórmula 1, el piloto neerlandés Max Verstappen se consagraba campeón en un campeonato sin apenas épica y emoción. Siete semanas después finaliza el Mundial con el recuerdo aún vigente de la edición de 2021, considerada para muchos como la mejor de la historia. En aquel entonces el propio Verstappen llegaba a la última carrera, empatado a 369,5 puntos con el piloto británico Lewis Hamilton. Con todo por decidir, y en una frenética última vuelta, Verstappen consiguió batir al heptacampeón del mundo en un adelantamiento sin igual.
El Mundial de 2021 fue histórico, no solo por la igualdad hasta el último momento, sino porque empezaba con un elenco de hasta seis campeones del mundo. A Verstappen y Hamilton se añadían históricos corredores como Vettel, Alonso, Raikkonen y Ricciardo. Durante el transcurso del campeonato hubo polémicas que convirtieron la parrilla de pilotos en un asador. Momentos tensos en Silverstone, con el choque en el que Hamilton dejaba fuera de combate a Verstappen, en Monza, donde ambos colisionaron retirándose de la carrera o en Arabia Saudí, donde tras un nuevo choque, el neerlandés fue sancionado con diez segundos.
Un duelo a lo largo de la temporada que acabó con una última vuelta para la historia. Y es que la igualdad entre ambos pilotos permitió al Mundial lograr audiencias muy superiores a los años anteriores. La última carrera alcanzó los 108,7 millones de espectadores, un 29% más que la misma carrera en 2020, según datos de la propia F1. Un crecimiento que también se vio reflejado en las redes sociales. Las cuentas de la F1 aumentaron un 40% de seguidores, alcanzando así los 49 millones y situándose como el acontecimiento deportivo con mayor crecimiento del 2021. Histórico o no, fue la demostración de una rivalidad sin precedentes en la era moderna. La F1 haría bien en potenciar este tipo de rivalidades e igualdad entre pilotos para no vivir otra temporada sin pasión, como la de este año.