El exdirector de El Mundo ha recibido el galardón en la UAB con un discurso crítico sobre la falta de honestidad en el oficio, el poder de las empresas tecnológicas y el auge de la desinformación
MARIO VALLECILLO BORREGO, PAU SEGURA BRAVO, LAURA TORT GABARRÓ, ISAK SERENA SÁNCHEZ
El periodista David Jiménez, corresponsal en Asia durante dos décadas y exdirector de El Mundo, ha alertado sobre la era de la mentira en varias ocasiones durante un encuentro con motivo del Premio Ítaca 2025, que él mismo ha recibido, en la XIV Jornada de Viajes, Comunicación y Aventura que ha tenido lugar en el Aula Magna de la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la Universidad Autónoma de Barcelona. Más allá del premio, Jiménez ha ofrecido un discurso centrado en la defensa del periodismo como herramienta esencial para la sociedad.
En el inicio de su intervención, ha compartido una reflexión que ha marcado el tono del acto: “Viví aventuras, entendí el mundo… y a la vez hoy lo entiendo menos que nunca”. Con esta frase ha resumido la sensación de vivir en un momento donde la información circula más que nunca, pero también donde resulta más difícil comprenderla y distinguir qué es verdad y qué no. Junto a Rosa Maria Calaf y José Manuel Perez Tornero, Jiménez ha dejado claro sus ganas de terminar con esta nueva tendencia de crear medios basados en la mentira y la manipulación.
Jiménez ha lanzado varios avisos sobre el contexto actual. Ha asegurado que “la mentira está ganando” y que, gracias a ella, están llegando al poder personas “corruptas, sin escrúpulos y dispuestas a usar el odio para dividir a la sociedad”. Ha defendido que el periodismo sigue siendo necesario precisamente para combatir esa manipulación y ha pedido a los estudiantes que no crean a quienes aseguran que “el periodismo no sirve para nada”.
En un diálogo con la periodista Rosa María Calaf, el exdirector de El Mundo ha seguido con su autocrítica sobre la profesión. Ha asegurado que el periodismo en España “está más corrompido que la política” y que muchos periodistas han perdido autoridad moral porque no han sido capaces de reconocer sus propios errores. Ha recordado que mientras algunos políticos acaban en la cárcel, a periodistas que inventan bulos o cobran sobresueldos “no les pasa nada”, recalcando, una vez más, el problema actual con la profesión.
El periodista ha criticado que hoy mucha gente cree estar informada cuando, en realidad, “solo está entretenida”. Ha señalado que el periodismo es un negocio, pero que el problema aparece cuando ese negocio se sostiene “a costa de mentir”. También ha lanzado un mensaje de preocupación por el poder de las grandes tecnológicas, a las que ha acusado de generar beneficios creando conflictos y de tener capacidad para influir en quién llega al poder en países como Estados Unidos, poniendo como ejemplo las últimas elecciones ganadas por Trump.
Jiménez ha advertido, además, que en España están ganando protagonismo comunicadores que actúan como “militantes” al servicio de un partido político. Muchos de ellos manipulan con intención y que detrás de ese fenómeno “hay un plan” para sustituir la democracia por un sistema más autoritario basado en la desinformación. También ha criticado a los llamados pseudo medios, que según él “ganan dinero mintiendo y respondiendo a intereses ocultos”.
Respecto al premio, ha explicado que le hacía especial ilusión porque era el primero de su carrera y además lo recibía en la misma facultad donde dio sus primeras clases de periodismo. Ha recordado que su libro, El Director, lo dedicó a quienes querían convertirse en periodistas y ha confesado que, al hacerlo, pensaba en estudiantes como los que tenía delante.
Para cerrar su intervención, ha animado a los futuros periodistas a defender la profesión. “No dejéis que os digan que este oficio no vale para nada”, ha afirmado. Jiménez ha insistido en que el periodismo sigue siendo fundamental para proteger la democracia y que, aunque no siempre sea fácil, “vale la pena luchar por él”.

