En el siglo XXI la protesta de calle necesita las redes sociales para vehicular la reivindicación colectiva. Pero conseguir un trending topic no puede ser nunca el objetivo de la movilización. Santiago Giraldo Luque propone reflexionar sobre el alcance y el sentido de los movimientos sociales a partir del estudio de seis casos relevantes: el 15M y sus réplicas en Estados Unidos (Occupy Wall Street) y el Reino Unido (Occupy London); la revolución egipcia; el movimiento zapatista en México; y la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH), en Barcelona.
Cuando la protesta se articula con acciones estratégicas que se basan en objetivos consensuados y va ligada a la exigencia de justicia social y el respeto por los derechos civiles, se pueden salvar vidas, detener desahucios o favorecer transiciones democráticas. Y estas acciones, como nos dice el autor, son más inteligentes y eficaces que escribir un mensaje de 140 caracteres.