Queralt Uceda (Barcelona, 2000), licenciada en Periodismo en la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la UAB la pasada promoción (2021-2022), se define como alguien curiosa y tozuda: «cuando se me mete algo entre ceja y ceja, no salgo de mis trece«. Reconoce que no le caracteriza la paciencia, aunque sí, la empatía. Explica que siempre ha tenido una predisposición innata a preguntar por todo, este rasgo junto a su charlatanería, la han conducido a ejercer de periodista. Queralt Uceda es un caso particular por su inmediata incorporación en el medio de comunicación donde le brindaron la oportunidad de hacer prácticas, un fenómeno que no acostumbra a pasar.
- ¿Dónde elegiste hacer las prácticas?
Como todos los estudiantes del grado, tuve que poner unas quince opciones distintas. Mis tres primeras opciones eran en medios relacionados con el mundo del deporte, ya que era lo que me llamaba más la atención, y, en parte, siempre he querido dedicarme a ello. La cuarta, la quinta, la sexta y la séptima eran en La Vanguardia, porque siempre me he sentido más atraída por la prensa escrita, y ha sido uno de los medios que más he leído. Finalmente, tuve la suerte de poder hacerlas allí. Fue genial y aprendí mucho, me siento muy agradecida con toda la gente que me ayudó y me enseñó en el medio.
- ¿Cuál fue el primer medio en el que empezaste a colaborar o trabajar?
Desde pequeña tengo una fuerte pasión por los deportes de motor, concretamente por los de dos ruedas. Es por eso por lo que en primero de carrera empecé a colaborar con Fórmula Rápida, un medio de comunicación especializado en motor y que tiene como principal idioma el catalán. Con ellos he podido escribir de lo que más me gusta durante mucho tiempo, e incluso he podido retransmitir eventos deportivos a su lado, por ejemplo, las 24 horas de ciclomotores de la Vall del Tenes. Es, en parte, como estar en casa porque yo soy de Sentmenat.
- ¿Qué te sorprendió más cuando entraste en el mundo laboral?
La responsabilidad. Los periodistas tenemos un impacto en la sociedad del cual creo que no somos conscientes, es por eso que cuando sales de la universidad y te das cuenta del peso que tienen los medios de comunicación, da un poco de vértigo…Sobre todo me sorprendió el tener que medir todo lo que puedes escribir o decir y pensar que esto no tenga consecuencias.
- ¿Qué requisitos te pidieron para acceder a tu actual puesto de trabajo?
En realidad, fue bastante rápido. Terminaba las prácticas de cuarto de carrera el uno de febrero de 2021. Unos días antes, uno de los directores adjuntos de La Vanguardia me comentó que había quedado un puesto vacante en la sección ‘Gente‘. En realidad, ellos ya habían visto como trabajaba, porque estuve allí haciendo prácticas, así que en seguida se interesaron en que trabajase en LV. Por supuesto, sin la carrera de periodismo no habría sido posible, ni tampoco sin una actitud predispuesta a trabajar y, sobre todo, aprender.
- ¿Qué función/es desarrollas en tu actual trabajo?
Mi trabajo como redactora de la sección ‘Gente’ consiste en realizar piezas sobre celebridades, tanto a nivel internacional como nacional. De forma constante debo estar observando las redes sociales de los famosos, así como cualquier tipo de exclusiva que pueda surgir en cualquier medio de comunicación. Jamás pensé que podría dedicarme a esta temática, básicamente porque jamás me lo había planteado, pero supongo que esto es la belleza de esta profesión, tener la oportunidad de poder trabajar en distintos ámbitos y de todos ellos aprender y crecer como profesional.
- ¿Cuál es el mayor desafío periodístico con el que te has encontrado?
Para mí, sin duda, fueron las prácticas del grado. Como he comentado, las hice en la sección ‘Vivir‘ de La Vanguardia en la que principalmente se tratan temas de carácter local. En la redacción, la gran mayoría de temas eran reportajes sobre Barcelona, y yo vivo en un pueblo de la periferia. Para mí era un reto buscar temas de interés para elaborar reportajes sobre Barcelona, o moverme por la ciudad para ir a eventos, realizar entrevistas o acudir a lugares que podían ser de interés para mis temas. Como digo, vengo de Sentmenat, un pueblo bastante pequeño donde no pasan tantas cosas.
- ¿Dónde y cuándo has crecido más profesionalmente?
Sin duda, durante mis prácticas en LV. Como digo, tuve que ponerme las pilas porque era un campo muy ‘inexplorado’ para mí. Doy las gracias por haber tenido esta oportunidad, porque realmente aprendí mucho y creo que esa etapa me hizo crecer. La recuerdo con mucho cariño.
- ¿Tenías claro a qué te querías dedicar?
Siempre he tenido claro que quería ser periodista de deportes de motor. Desde pequeña me fijé en los reporteros de MotoGP y les decía a mis padres que quería ser como ellos. Sin embargo, sí que es cierto que el periodismo en general me parece la profesión más bonita que existe. En cualquiera de sus ámbitos me parece fascinante… así que, con ser periodista, soy feliz.
- Ahora, ¿cuál es tu objetivo profesional?
Como he dicho mi objetivo desde pequeña siempre ha sido ser periodista de MotoGP. Mi mayor pasión son las carreras de motos, por lo que ojalá algún día trabajar de ello. Sin embargo, aunque tengo que admitir que inicié periodismo para cumplir este sueño, desde que empecé la carrera e hice mis prácticas, me di cuenta de que son muchas las ramas del periodismo que me gustan. Por el momento, mi objetivo es sacarme el máster que tengo en mente estudiar y seguir dando pasitos dentro de este mundo de «locos» que es el periodismo. Bajo mi punto de vista, es la mejor profesión.
- ¿Dime un periodista que te haya servido de referencia o en quien te hayas inspirado?
Es muy difícil decir solo uno, así que, me permitiré nombrar a varios. Por los motivos comentados, mis referentes son Ernest Riveras, Izaskun Ruiz, Natacha Alfageme y en la prensa escrita, Nacho González. También, Mercedes Milá y Rosa María Calaf, por su determinante carácter y su buen hacer, me han inspirado mucho. Una de las reporteras que más he admirado siempre también ha sido Mayka Navarro, es buenísima en su trabajo como periodista de sucesos, y, además, tuve el enorme placer de coincidir con ella en la redacción. Quiero hacer especial mención a otros periodistas con los que compartí sección, como Ramón Suñé, Sara Sans, Raúl Montilla y Luis Benvenuty… En fin, todos a quienes conocí en ‘Vivir’ y me ayudaron en esa etapa, son referentes y me fijo en su trabajo. Estos son algunos, pero tengo muchos más.
- ¿Por qué?
De todos y todas he aprendido algo distinto. Creo que son periodistas excepcionales.
- ¿Qué mensaje te gustaría transmitir a los estudiantes de Periodismo o recién graduados?
Me gustaría poder decirles que, a pesar de que la universidad pueda parecer un auténtico «tostón», no cambiaría mis años allí por nada. A los que les quede poco tiempo en la Facultad les diría que la disfruten. A pesar que mucha gente diga que el periodismo no tiene salidas, no les crean. Que sigan su propio camino, y que si las cosas en un inicio no son como esperaban, que sigan trabajando duro. Suena a tópico y típico que alguien diría, pero de verdad creo que el esfuerzo, en un momento u otro, acaba premiando. A veces, simplemente hay que ser paciente.
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