Cuando Valle-Inclán se mira en un espejo convexo éste le devuelve la imagen de un autor ilustre de la literatura española con aficiones concretas, entre ellas, pasarse largas tardes paseando por Madrid hasta llegar a los cafés de la Puerta del Sol, escenario de sus tertulias y discusiones políticas y literarias. Viajamos en el tiempo de la mano del icónico autor para descubrir los rincones más bohemios que acostumbraba a frecuentar.

Destino: Madrid (España).

Artículo anteriorSin noticias de Gurb, la aventura que te llevará a otra galaxia
Artículo siguienteLa Praga Kafkiana 3 días de metamorfosis