Foto: The Library of Congress
Hace 108 años, el 23 de octubre de 1915, las calles de Nueva York se vieron inundadas por una marea de mujeres valientes y decididas que marcharon en busca del reconocimiento de sus derechos fundamentales y por la erradicación de la desigualdad tan marcada que existía en ese momento. Este acontecimiento marcó un hito crucial en la lucha por la equidad de género y la emancipación de las mujeres en los Estados Unidos y más adelante como un punto de partida para muchas más en otras partes del mundo.
Antecedentes
A comienzos del siglo XX, las mujeres en los Estados Unidos estaban inmersas en una batalla histórica por sus derechos. Carecían del derecho al voto y se les negaba el acceso a muchas esferas de la sociedad, incluido el ámbito laboral y educativo. Sin embargo, un grupo creciente de mujeres visionarias estaba decidido a cambiar esta situación, con lo que sería en ese momento una marcha, pero años después se convertiría en un hecho histórico y significativo.
La Convocatoria de mujeres
El evento fue convocado por la Liga Nacional para el Sufragio de la Mujer, una organización pionera en la lucha por el voto femenino. Liderada por figuras destacadas como Alice Paul y Lucy Burns, mujeres activistas contra la lucha de los derechos de las mujeres, quienes tiempo después serían las creadoras del Partido Nacional de la Mujer. La Liga desplegó una campaña vigorosa para concienciar sobre los derechos de las mujeres y la necesidad de la igualdad.
La marcha atrajo a mujeres de todas las edades, clases sociales y razas. Entre las participantes se encontraban destacadas sufragistas como Susan B. Anthony y Elizabeth Cady Stanton, quien se popularizó por ser una de las pioneras de esta lucha, además de otras mujeres anónimas que al igual que ellas deseaban hacer escuchar su voz.
“No aceptaremos ningún código o credo que prohíba el disfrute de todos sus derechos naturales como mujer”
Elizabeth Cady Stanton
La Marcha
El 23 de octubre de 1915, 33.000 mujeres se congregaron en la ciudad de Nueva York. Portando pancartas y entonando consignas, marcharon con determinación por la Quinta Avenida. Muchas mujeres iban vestidas de blanco, representando pureza y virtud, también usaban sombreros de colores llamativos como verde y violeta, para destacar en medio de la multitud. Ese día las mujeres exigieron el derecho al voto, la igualdad de oportunidades y el fin de la discriminación de género en todos los ámbitos.
El Impacto
La marcha de las mujeres por sus derechos de ese año fue un evento determinante en la historia del movimiento sufragista y de los derechos de las mujeres en los Estados Unidos. Aunque la lucha no llevó directamente a la aprobación del voto femenino, este movimiento se extendió por muchos años más, y contribuyó a darle visibilidad a la causa y crear apoyo público. Esta movilización sirvió como un poderoso catalizador para la posterior ratificación de la 19ª Enmienda de la Constitución de los Estados Unidos en 1920, que garantizó a las mujeres el derecho al voto.
Foto: The Library of Congress
La lucha hasta el presente
La lucha por el voto femenino fue un camino difícil debido a las estructuras sociales arraigadas y las perspectivas tradicionales sobre los roles de género. Muchas sociedades tenían la concepción de que las mujeres no debían participar en asuntos políticos. Esta lucha también ha reflejado tensiones amplias en torno a la igualdad de género y la redefinición de los roles de género en la sociedad actual.
En este sentido, la marcha de las mujeres por sus Derechos en Nueva York el 23 de octubre de 1915 fue un testimonio de la determinación, el coraje y la tenacidad de las mujeres en su lucha por la igualdad, que tuvo consecuencias significativas. Su legado perdura en la historia de los derechos civiles y sigue inspirando a generaciones de mujeres en todo el mundo a levantarse y reclamar sus derechos fundamentales.
Autores: Aleix Solé, Sara Correa, Arnau Ruiz, Alejandra Pinillos, Daniela Araujo