Con motivo del 8 de marzo, día internacional de la Mujer Trabajadora, queremos compartir los desafíos que hoy sigue marcando nuestra agenda hacia la igualdad real y efectiva. Y para ello rescatamos la mirada de algunas compañeras desde la diversidad de perfiles, trayectorias y visiones.
Luchemos más, quejémonos menos
Maria Josep Recoder Sellarés
Es una realidad que en los trabajos relacionados con la comunicación a menudo las mujeres cobran menos dinero que los hombres. Es cierto que el techo de cristal se mantiene y que a pesar sean las chicas las que tienen mejores expedientes, les cuesta más llegar a puestos de dirección. ¿Cuáles son las razones principales? El machismo y el patriarcado de las estructuras empresariales e institucionales es una. El freno que la maternidad y el cuidado de personas dependientes supone para la carrera profesional de las mujeres es otra. Y me permito añadir una tercera: nuestra propia cobardía. No ser capaces de dar un paso adelante, tener miedo de ser acusadas de «ambiciosas» si pretendemos dirigir cualquier proyecto. O luchamos para liderar los proyectos en los que creemos, o siempre recibiremos órdenes de quienes no han tenido miedo de destacar. Normalmente hombres.
Empoderamiento femenino: tarea de tod@s
Carmina Crusafon Baqués
El 8M nos da la oportunidad de recordar que el empoderamiento y liderazgo femenino todavía no se ha convertido en la norma habitual en nuestra sociedad. Conseguir que las mujeres tengan una participación y representación paritaria en todos los ámbitos es tarea de tod@s. Conseguirlo será el resultado de la toma de consciencia colectiva y de las acciones de cada un@ de nosotr@s.
8 de marzo 2021: elige desafiar
Núria Simelio Solà
En este 8 de marzo continúa siendo necesario reflexionar sobre la continuada y chocante ausencia de la inclusión de género en los medios de comunicación. Los resultados preliminares del GMMP (2020), el mayor estudio internacional sobre la presencia de las mujeres en los medios, muestran que las mujeres solo representan el 25% de las fuentes y sujetos de las noticias. Este alarmante dato se une a que las mujeres ocupan solo el 27% de los cargos directivos en las empresas periodísticas. Como profesionales relacionadas con la comunicación tenemos la responsabilidad de desafiar estas estructuras y pensar en estrategias innovadoras para conseguir la igualdad de género en el ámbito mediático.
El privilegio es el mayor enemigo del derecho: igualdad de género hoy, sociedad justa mañana
Laura Cervi
Los impactos de las crisis nunca son neutrales en cuanto a género se refiere: la emergencia derivada del COVID-19 está profundizando las desigualdades de género existentes, tanto al interior de los hogares como fuera de ellos.
Esta realidad requiere que la participación igualitaria de las mujeres en las decisiones y el enfoque de género sean elementos centrales de las políticas de recuperación de la crisis.
A nivel laboral, por ejemplo, no basta poder acceder a los cargos si se mantienen dinámicas propias del patriarcado que no tengan en cuenta aspectos tan básicos como las condiciones diferenciales que afectan a hombres y mujeres en todos los niveles vitales.
Feminismo no es repartirse “el pastel” entre ambos sexos, es hacer uno nuevo – Gloria Steinem
Gisela Martínez Fagella
Aunque hoy las mujeres podemos decir que gozamos de muchos derechos que pocos años atrás se consideraban impensables, lo cierto es que mientras la sociedad siga atribuyéndonos, desde nuestro nacimiento, un rol en función de nuestro sexo, significa que aún nos queda mucho camino por recorrer para lograr la plena igualdad. Este papel asignado en función del sexo infravalora nuestras capacidades en el momento en que nos resignamos a adoptar inconscientemente sus actitudes. Al sexo masculino se le atribuyen cualidades que le colocan en un escalón superior al de la mujer y que, además, ejercen control sobre otros sujetos; el poder, el liderazgo, la inteligencia, la justicia, la dignidad, el éxito… Sin embargo, al sexo femenino se le asocian unos valores relacionados con la estética, la pasividad, la vulnerabilidad, la afectividad, la sensibilidad… Es por ello que, hasta que no vivamos en un mundo donde las diferencias entre hombres y mujeres no residan en su sexo, sino en sus virtudes y capacidades (tal y como defendían Christine de Pizan o Mary Wallstonecraft) no podremos decir que vivimos en plena igualdad.
En muchas ocasiones en la historia, ‘Anónimo’ fue una mujer», Virginia Woolf
Diana Sanjinés Toubia
Nunca más. Ser anónimas de nuestra realidad quedó en el pasado. Hoy somos voces que defienden en alto sus derechos, historias que construyen un futuro menos ultrajante. Somos fuerza y valentía. Como Clara Campoamor, Marie Curie, Frida Kahlo y tantas más. Las forjadoras de un camino que no ha acabado y del que queda mucho por recorrer. Ese que se traza desde la empatía. Entre nosotras y hacia los otros. En el entender que no somos más ni mejores. Somos pares. Estamos aquí y ahora, juntos, listos para hacernos sentir.
El feminismo no se trata de hacer más fuertes a las mujeres. Las mujeres ya son fuertes. Es sobre cambiar la forma en que el mundo percibe esa fuerza, G. D. Anderson
Sally Tayie
Asegúrate de mostrar los valores de igualdad, comprensión y compasión en todos los momentos de tu vida para que tu huella brille allá donde vayas.
Todo ser humano juega más de un solo rol en la vida, cada uno con un conjunto diferente de propósitos y requisitos. Soy madre, hija, hermana, educadora e investigadora; cada papel representa una parte de lo que soy y de cómo contribuyo a crear y mantener una sociedad sana y equilibrada, libre de prejuicios, estereotipos, etiquetas, objetivación y juicios superficiales. Es mi responsabilidad educar a mis hijos para que valoren y respeten a las mujeres como su igual, y enseñar a mis alumn@s que no existe el «trabajo de hombres» o el «deporte de hombres». Podemos liderar con el ejemplo, preparar a una generación para la igualdad y cambiar la mentalidad si decidimos desafiar los postulados erróneos de siempre.