No todos los países han respondido de la misma manera ni con la misma rapidez ante la pandemia global de Covid-19. Mientras países como China o Corea del Sur, actuaban con auténtica inmediatez, otros cuantos, entre ellos España, o en su versión más excesiva Reino Unido, tuvieron que pasar por un breve proceso de “mitigación” para comprender la importante necesidad de implantar un potente escenario de control para hacer frente al virus y, así, evitar la propagación de la enfermedad, el colapso sanitario, o lo que sería mucho más catastrófico, la muerte de cientos de miles de personas. 

Río Yangtze, Wuhan, China. Foto: Benjamin Chris.


Hace poco más dos meses, solo en un país del mundo saltaban las alarmas y se declaraba el confinamiento de toda la población, China. Fue el 23 de enero cuando las autoridades del lugar decidieron encerrar a los 11 millones de ciudadanos de Wuhan, donde comenzó la epidemia. En la actualidad, por desgracia, el virus continúa extendiéndose a lo largo y ancho del planeta y la lista de países que han impuesto el confinamiento de sus fronteras no ha dejado de crecer. Italia, España, Francia, Dinamarca, Bélgica, Noruega, Eslovenia, Irlanda, El Salvador, Argentina, Perú, Ruanda, Australia, Jordania, Líbano, Polonia, Malasia, y un largo etcétera, son algunas de las muchas zonas geográficas que han incluido en su repertorio legislativo medidas restrictivas para mejorar la seguridad de la población ante la crisis sanitaria del coronavirus. 

Estados de alerta, toques de queda, confinamientos, desinfecciones, sanciones, distanciamientos… cada país ha utilizado medidas diferentes para afrontar la pandemia del coronavirus. A continuación en el mapa se muestra la actuación de los diferentes países en colores, con posterior información detallada sobre cada uno de ellas junto a la fecha de inicio de las mismas en orden cronológico: 

Varios países están extendiendo y endureciendo sus medidas y, mientras un tercio de la población continúa recluida, muchos se preguntan, ¿cuándo volveremos a nuestras vidas? La vida no volverá a la normalidad de la noche a la mañana. De hecho, son muchos los estudios los que confirman que si las medidas se levantan demasiado pronto y no se hace de una forma paulatina, es muy probable que los países experimenten segundas olas de contagio, lo que podría dilatar en el tiempo las medidas de confinamiento y distanciamiento social. China, que ya ha comenzado a dar unos tímidos pasos hacia la normalización debido al avanzado estado de desarrollo del virus que ya ha soportado la población, las autoridades han anunciado que se relajaran las medidas de forma parcial a partir del próximo 8 de abril. Después de más de dos meses de aislamiento total en Wuhan, capital de la provincia de Hubei, las restricciones de viaje en el resto de la provincia se levantaron para los residentes saludables. 

Estación de trenes de Shangai. Foto: K Hsu

Sin embargo, el mismo gobierno chino ha reconocido que teme la posibilidad de que se produzca una segunda ola de contagios por coronavirus teniendo en cuenta que, pese al control de los contagios locales, existe la posibilidad de experimentar un crecimiento de las infecciones a través de viajeros procedentes del extranjero, por lo que el país no ha tardado en volver a decretar un veto temporal de acceso al territorio para las personas de nacionalidad extranjera. No obstante, y con el objetivo de seguir controlando la situación y, a la vez, tratar de recuperar la estabilidad del país, China ha afirmado que se intensificarán los controles para prevenir y detectar los contagios locales mediante medidas de detección oportunas y desde la aplicación de tratamientos rápidos y precisos.

Son varios los países, como Tailandia o Indonesia, donde los casos habían mermado, pero, de nuevo, comenzaron a crecer de forma significativa en breves periodos de tiempo. Incluso, en países como Singapur donde parecía haberse contenido la pandemia se detectaron nuevos casos importados en las últimas semanas de marzo. 

Todos los expertos coinciden en que la batalla contra el coronavirus no finalizará cuando acabe el estado de alarma. Algunas medidas se mantendrán y deberán crearse otras medidas totalmente nuevas. La OMS ha avisado recientemente a países como España e Italia que están a punto de estabilizar la curva de contagios por el coronavirus, de que no basta con las medidas de confinamiento para controlar la epidemia. Responder a nivel científico cuándo acabará todo esto, es un asunto muy complejo. Hacen falta perseguir casos, realizar pruebas, asilar sujetos y comprobar resultados.


Según el modelo matemático publicado por el Imperial College de Londres, que logró cambiar la estrategia del gobierno británico y que, sin duda, ha inspirado a la cuarentena en Europa, el panorama actual sobre el Covid-19 se presenta extremadamente sombrío. Las conclusiones ratifican que, pese a que las medidas adoptadas habrían evitado hasta 21.000 y 120.000 muertes en todo el continente, el confinamiento total de la población no será suficiente para asegurar una victoria contra el virus. El informe asegura que los efectos sociales y económicos de las medidas necesarias para alcanzar este objetivo podrían ser devastadores, ya que el distanciamiento social debería prolongarse, potencialmente, el tiempo que se tarde en desarrollar una vacuna efectiva, es decir, entre 12 y 18 meses. Por supuesto, también se baraja la casi inminente posibilidad de un nuevo brote que, principalmente, podría provenir de la afluencia de personas de otras regiones, de la transmisión asintomática, y de la adaptación propia del virus a las diferentes condiciones externas a las que se exponga. 

Otro estudio, también reciente, de ámbito internacional, en el que participan investigadores de la Universidad Carlos III de Madrid (UC3M), de la Universidad de Zaragoza (UNIZAR), del Instituto Tecnológico de Massachussets (MIT) y de la Fundación ISI en Italia, ha analizado también la efectividad de las diferentes estrategias de confinamiento focalizadas principalmente en el distanciamiento social ante una epidemia como el Covid-19. Entre los resultados, como veníamos comentando, el estudio ha concluido que el confinamiento total de la población no es suficiente para controlar su propagación. El trabajo, que se centra en modelos matemáticos y datos reales sobre el flujo de movimiento de los individuos, indica ciertas consideraciones para lograr recuperar la estabilidad social, como el necesario desarrollo de medidas activas después del confinamiento dado que, de lo contrario, se podría producir un nuevo brote. El grupo se refiere especialmente a la realización de pruebas de diagnóstico a gran escala, el aislamiento de personas con síntomas y la identificación de todos sus contactos.

El ejemplo de Corea del Sur, el país que está venciendo al coronavirus

Siendo el segundo con más contagios en el mundo, el país asiático logró mitigar el brote con los esfuerzos del gobierno, las nuevas tecnologías y por sobre todo apostaron a la cultura de la higiene y al distanciamiento social de la gente. 

Las calles de Seúl, capital de Corea del Sur


El país logró controlar la pandemia, en un tiempo que impresiona a los otros estados que no logran acercarse a las cifras asiáticas, que hoy parecen ser un tiempo récord. 

La realización de más de 350 mil pruebas permitieron reducir la tasa de contagios. Gracias a eso se descongestionaron hospitales y la capacidad de atención volcó sus funciones en los contagiados del COVID-19 para frenar la curva y bajar la tasa de mortalidad. 

También una de las medidas del gobierno fue crear una APP, con la que los ciudadanos podían conseguir un diagnóstico masivo, para lo cual le pedían sus datos personales y contestar un cuestionario donde los médicos evalúan la situación y dan una valoración, que en el caso de ser positivo, la persona debía desplazarse en vehículo, y sin salir de él, se realizaba el test de manera rápida y segura para saber si era necesario iniciar o no su confinamiento. 

Además de eso, el país emitió alertas nacionales a los teléfonos móviles para avisar a los habitantes de las posibles zonas con brotes activos de coronavirus, para que las personas evitaran transitar por esos lugares y las autoridades sanitizan el lugar lo antes posible.  

Lo que llamaron la “self-quarantine safety protection” aplicada por los coreanos, que hoy muchos de ellos se sienten tranquilos gracias a las medidas de su gobierno, que les permitió sentirse seguros y sin tener que recurrir a restricciones estrictas de movilidad. 

Es el caso de Jongeun, ciudadana de Corea, que en entrevista con nosotros, sinceró el agradecimiento que siente, tanto del gobierno por su transparencia con la información, como de las fábricas de máscaras que ayudaron muchísimo.  

Ella es una mujer de 26 años nacida en Corea, ambos padres también residen en la península, pero en diferentes domicilios, por lo que ella practicó una “auto cuarentena” sola con su gato. En la empresa en que trabaja, que se relaciona a la industria de la automatización, le dieron autorización para trabajar desde su hogar hasta que ella lo estimara conveniente. 

  • ¿Cuáles fueron las medidas que tomó el país para detener la curva de coronavirus?

Jongeun:  Lo más importante que hizo Corea para  detener la curva del coronavirus, en mi opinión, es rastrear dónde visitaron los pacientes antes de convertirse en un caso confirmado. De esta manera, el gobierno podría perseguir y hacer un seguimiento de todas las personas que tuvieron contacto con el coronavirus. Verificar el seguimiento de los pacientes y revelarlo al público hizo que sea mucho más fácil para todos ponerse en cuarentena.

Creo que todas esas detecciones rápidas de portadores de virus y poder prevenir virus a nivel ciudadano (usando una máscara y desinfectantes para manos en todas partes) son los promedios más importantes que estamos usando en este momento.

  • ¿Qué tipo de restricciones adoptó el país durante la emergencia? ¿Hubo sanciones para quienes no cumplieron?

Jongeun: No hubo una regulación estricta para el incidente del coronavirus, excepto el cierre de Daegu. Todo lo que hicieron fue pedirle a la gente que evitara los lugares llenos de gente, se alejara socialmente de la gente y se mantuviera limpia. Como esas no eran las fuertes restricciones, no hubo sanciones.

Recientemente, sin embargo, hubo un caso de un paciente que realizó una gira en la isla de Jeju, ocultando intencionalmente sus síntomas. Esto sucedió hace muy poco, como hace una semana, pero escuché que la junta de salud de Corea lo demandará a él y a su familia por no cooperar y propagar el virus.

Lo que ocurrió en Corea, a diferencia de otros países, fue apostar por batallar plenamente con la conciencia de la gente y entregar una “guía” con un programa de prevención y mitigación para frenar el impacto del virus. 

  • ¿Es un ejemplo de lo que hizo Corea para frenar los contagios? 

Jongeun: En mi opinión, el gobierno debe mantenerse transparente con toda la información para que sus ciudadanos puedan confiar en ellos. Tener una ciudadanía realmente cooperativa frente a una emergencia hará que todas las políticas relacionadas se sigan fácilmente.Esto es todo lo que puedo pensar como un ejemplo para que otros países aprendan de mi país.

Sin embargo, no han frenado la capacidad de los test, pero sí están trabajando en determinar de buena manera quien debe someterse a una prueba para no malgastar los insumos para realizar el análisis. 

¿Qué harás después del confinamiento?

Mientras pasan los días de confinamiento y los estados de alarma se prolongan, seguimos preguntándonos hasta cuándo seguiremos con esta situación. Y es que, aunque no sepamos muy bien cuando volveremos a disfrutar de la vida con normalidad, lo que sí tenemos muy claro es qué será lo primero que haremos cuando todo esto acabe. Con una mezcla de ilusión, nostalgia y ganas, nos imaginamos cómo serán nuestros días después del aislamiento.

Entre las 199 respuestas recibidas en nuestra encuesta, donde planteamos la pregunta sobre qué es lo primero que harás tras el confinamiento, nuestro público ha sido bastante claro: la opción que ha obtenido una mayor puntuación ha sido visitar a la familia y a los amigos. Nuestras ansias de socializar y mostrar el cariño hacia nuestros seres queridos, superan con creces cualquier otro plan que se nos presente, aunque, por supuesto, también nos apetezca sentir el aire fresco, viajar o disfrutar de la naturaleza.  Pese a las grandes ventajas y comodidades que nos han ofrecido las nuevas tecnologías y por mucho que nos esmeremos en llenar de vida nuestros balcones, sin duda, lo que más añoramos es relacionarnos, abrazarnos, besarnos, tocarnos y, poder sentirnos libres en todos nuestros movimientos. Quién nos iba a decir hace unos meses que está vez nuestros sueños iban a ser tan baratos, pero tan vitales.

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