El matemático y divulgador científico en las redes sociales destacó la importancia de unir ambos ámbitos para conseguir ampliar el conocimiento general
Dani Esclusa, David Alloza, Iván Expósito, Laura Correa, Daniel Aragón
En su intervención en la II Jornada AJE sobre Divulgación Científica, Eduardo Sáenz, habló de como la comunicación tiene que ser un aliado del conocimiento científico a la hora de conseguir divulgar y llegar a más gente de una manera correcta y entendedora para el gran público.
En este sentido, Sáenz, comentó el deseo de la mayoría de científicos de crear un lugar común para conseguir llegar a todo el mundo en lo que se refiere a la divulgación científica. Esto, por lo tanto, incluye llegar a la gente que opina de manera contraria a la ciencia. Un primer paso es entender el porqué hay gente que tiene opiniones que contradicen teorías avaladas por la ciencia. Saber cómo y con quién se habla, es primordial para que el discurso científico pueda tener una mayor divulgación.
Otra de las cuestiones que el matemático destacó es la importancia de mantener, e incluso aumentar, la inversión pública en la ciencia. Sáenz ha advertido de la peligrosidad del discurso de algunos actores del mapa político actual, como el recién nombrado presidente de Argentina, Javier Milei, que defiende que la ciencia no debe ser financiada por fondos públicos y que, por lo tanto, debe verse relegada al ámbito privado.
A partir de este terreno común entre la ciencia y la comunicación, Eduardo Sáenz, ha querido explicar tres fenómenos que suceden a menudo en las redes sociales y que, muchas veces, pueden influir en la opinión pública.
Primero de todo se ha referido al conocido como espejismo de mayoría. Este fenómeno se puede resumir en como dependiendo de las conexiones en las redes, se pueden acabar falseando datos que generan cambios de opinión en la población. Esto suele pasar con los influencers y también es muy utilizado por partidos políticos, normalmente opciones populistas como VOX.
Otro de los fenómenos es el filtro de burbuja. En este caso, Sáenz, explica como el algoritmo de recomendaciones en páginas web, como por ejemplo YouTube, puede influir en que las personas se encierren en su propia burbuja de opinión y acaben teniendo miedo a otras realidades, simplemente por desconocerlas.
Por último, el matemático, ha mencionado la ampliación de los extremos. En este punto, ha puesto como ejemplo el algoritmo de Instagram. Las publicaciones que más salen en la red social son las que tienen más reacciones. En este caso suelen ser las más polémicas y esto influye en crear un clima de tensión y extremismo que es superior al que existe en realidad en la sociedad.
Eduardo Sáenz ha querido puntualizar que estos fenómenos son lícitos e incluso se pueden usar de manera positiva. Lo que es importantísimo es saber que existen, para que no acaben teniendo consecuencias negativas por causa del desconocimiento.