Cristian Berruezo, Marc Camos, Pol Díez y Pol Esteban
Lo que empezó como una charla sobre fútbol, cultura y memoria terminó convirtiéndose en una revelación inesperada: Jorge Valdano confesó ante los estudiantes de la Universitat Autònoma de Barcelona que nunca lloró al ganar el Mundial de 1986, pero sí lo hizo, y profundamente, al escuchar el relato radiofónico de su famoso gol en la final contra Alemania.
“Empecé a llorar como un chico al oírlo. Fue como si el relato hubiese completado la hazaña”, admitió el exfutbolista y exentrenador argentino, galardonado este año con el Premio Comunicación y Valores 2025.
Valdano explicó que, a pesar de ser el autor del 2-0 en aquel histórico partido, no es capaz de revivir el instante del gol en su cabeza. “Me cuesta creer que soy yo el autor. No puedo retornar a ese momento”, confesó. Sin embargo, al escuchar la narración, sintió que el sonido le devolvía la épica emocional que el propio recuerdo no lograba ofrecerle.
La revelación sorprendió incluso a Martín Caparrós, encargado de conducir la conversación. El escritor argentino aprovechó el momento para reflexionar sobre la importancia de la narración en el deporte, a lo que Valdano agregó: “El fútbol sin la palabra es muy poca cosa”.
El exjugador del Real Madrid añadió que las nuevas generaciones viven el fútbol desde la imagen y no desde la voz, y que eso empobrece la experiencia emocional. “A los chicos de ahora les falta esa banda sonora. El gol de Maradona (a los ingleses) no tiene sentido sin el sonido”.
La confesión, espontánea y cargada de intimidad, se convirtió en uno de los momentos más comentados de la jornada. Una prueba más de que, para Valdano, el fútbol es mucho más que un juego: es un idioma, una emoción y un relato que sigue escribiéndose incluso décadas después de que el balón dejó de rodar para él.

