Comienza el curso y los redactores y colaboradores de Somos Periodismo se reincorporan a sus tareas informativas. El amable lector se reencontrará con ellos en estas páginas digitales y entre sus nombres descubrirá algunos hasta el momento desconocidos: nuevos alumnos que se suman a los trabajos de este laboratorio de periodismo de la Universidad Autónoma de Barcelona y que van a aportar esfuerzos innovadores. Cada vez son más los jóvenes estudiantes que acceden al público lector a partir de esta experiencia pues Somos Periodismo es una de las primeras ventanas que la universidad les ofrece para ello. 

Este curso iremos ampliando nuestras líneas informativas y empleando nuevas técnicas y recursos, tanto a nivel macro como micro; el periodismo de datos o el reporterismo de proximidad. La experimentación de nuestros estudiantes redactores no sólo beneficia a su formación sino a su público lector: se trata pues no sólo de practicar el ejercicio profesional sino la responsabilidad cívica y pública que de él se desprende. 

«La obligación del periodista es ser útil al público»

Hacer prácticas de periodismo cuando se estudia esta profesión es saltar a la piscina sin flotador. No se trata únicamente de que te lean sino de prestar un servicio a la comunidad. Se ve demasiado al periodista como un señor o una señora que tiene una opinión formada de las cosas y de quien esperamos conocerla para poder configurar la nuestra. Pero la obligación del periodista es ser útil a su público, y sus opiniones personales no cuentan; importan sólo si están fundamentadas en el análisis de la realidad y por tanto su expresión ayuda a aproximar a ella a quienes se acercan a escucharla. Las tertulias han perjudicado la imagen del periodista hasta el punto de hacerlo pasar por un opinador arbitrario, cosa que no debe ser aunque demasiado a menudo lo sea.

La palabra clave acerca de las relaciones entre periodistas y lectores, telespectadores o radiooyentes es “responsabilidad”, basada precisamente en la capaz de responder a las demandas informativas que el público expresa. Podemos señalar el índice de profesionalidad periodística basándolo en la capacidad de responsabilidad en el ejercicio informativo. Nuestros alumnos no se hacen periodistas para ser conocidos y opinar sino para ser útiles a sus conciudadanos, es decir, ejercer una responsabilidad. Y la ejercen en las difíciles condiciones sanitarias presentes: son los jóvenes universitarios quienes están demostrando disciplina, contención y prudencia en su comportamiento ciudadano, frente a otros grupos de edad. Lo ha reconocido el ministro de Universidades en unas recientes declaraciones y cualquiera puede comprobarlo si mira hacia los campus y facultades. También se comportan así los alumnos de primaria y secundaria gracias a la capacidad de organización y sus maestros. El testimonio ejemplar de comportamiento cívico en esta situación crítica está en el campo de la educación y la juventud. Uno reclama, modestamente, atención y respeto para ellos.

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