Raúl Vázquez, Marta Valverde, Noélia Pérez, Paula Torrico, Eugénia Yúfera y Cesc Sarri

El acto ha contado con la participación de la periodista Rosa María Calaf y el director Miguel Ángel Tobías que han explicado sus vivencias a los asistentes

La Facultad de Ciencias de la Comunicación organiza hoy la XI Jornada de Comunicación, Viajes y Aventura de la Universidad Autónoma de Barcelona. Esta edición, “La aventura de vivir (y contarlo)”, cuenta con la presencia de varios invitados de la rama de la comunicación y los viajes. El acto ha servido también para entregar el premio Ítaca 2022 a Rosa María Calaf, periodista con una larga trayectoria. 

Santiago Tejedor, organizador del acto, ha dado la bienvenida a los asistentes, junto con Enric Marín, decano de la Facultad, quien se ha encargado de la inauguración de la ceremonia. Marín ha empezado su intervención agradeciendo a Tejedor la organización de estas jornadas y asegurando que “la Facultad de la Autónoma ha tenido un impacto muy importante en el sector de la comunicación los últimos 50 años, y este encuentro es un claro ejemplo”. Ha continuado su discurso dedicando unas palabras a Rosa María Calaf. “Su papel ha sido muy importante en el mundo del periodismo, como primera mujer protagonista y visible en las corresponsalías”, ha añadido Marín. 


Rosa María Calaf, una periodista “con estilo propio” 

La entrega del galardón a Calaf se ha iniciado con la proyección de un vídeo recopilatorio de su trayectoria, con fragmentos de algunas de sus conexiones más destacadas. Calaf nació en Barcelona el 17 de junio de 1945 en una familia de lectores y viajeros, lo que posiblemente le ayudó a desarrollar su carrera. Desde bien pequeña desarrolló un especial interés por el exterior, lo cual era muy extraño para una joven de la España Franquista de los años 50. “En esa época era una anomalía absoluta, pero mi familia me permitió ser lo que quería ser”, ha asegurado la protagonista. A los 14 años se trasladó a estudiar a Francia y Estados Unidos.

Calaf se licenció en Derecho por la Universidad de Barcelona para después licenciarse también en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona. En 1970 comenzó a trabajar en TVE y se convirtió en una de las primeras mujeres corresponsal. En 1982 una excedencia especial le permitió liderar junto a Alfons Quintá la creación de la cadena autonómica TV3. 

Pero sin duda alguna, la periodista se ha caracterizado por ser una de las corresponsales más veteranas de TVE. Durante 37 años lo fue de Nueva York, Moscú, Buenos Aires, Roma, Viena, Hong Kong y Pekín. Además, estuvo en un total de 160 países cubriendo algunos de los acontecimientos más importantes de la historia reciente. Su último trabajo fue la corresponsalía en el área Asia-Pacífico, antes de jubilarse en 2009 con 63 años de edad.

Calaf ha recibido el premio con emoción. Sus primeras palabras han sido de agradecimiento hacia la facultad. “Los premios son siempre una satisfacción, pero algunos tienen un valor añadido, como el de esta universidad”, ha asegurado. “Este premio combina directamente información con viaje, mis dos grandes pasiones”, ha añadido. Calaf ha querido recordar también que el galardón pretende “destacar la trayectoria periodística con valores como la diversidad e igualdad, y el periodismo o hace eso o no es periodismo”. Su discurso ha continuado hablando de estos principios, como la ética y la moral, “algo que en este mundo no puede ser de quita y pon”. 

La periodista ha hecho un repaso a su trayectoria, asegurando que a veces tiene la sensación de que su vida es como un cuento, un sueño cumplido. “Yo nunca pensé que podría convertir la información y el viaje en mi forma de vida”. Recordando sus inicios, Calaf ha explicado que su primer viaje fue de Barcelona a Cabo de Gata en una furgoneta para repartir leche. “Recorrimos muchos países en más de un año, y sin duda alguna fue la experiencia más extraordinaria de mi vida”. Además, viajes como estos le permitieron “conocer sus limitaciones”. Calaf ha finalizado su discurso animando a los estudiantes a amar la profesión y nunca cambiar por las presiones de otros, “57 años de trayectoria y sigo siendo la misma”, añadió.


Miguel Ángel Tobías presenta “El camino interior”

El creador de “Españoles por el mundo” no se ha querido perder esta jornada pese a su faringitis y con una voz que no reconoce. Su objetivo era presentar su nueva serie documental “el camino interior” pero para hacerlo ha explicado a los asistentes que es lo que le ha hecho impulsar proyectos cómo este. 

Ha empezado explicando que desde niño ha sentido una gran inquietud por viajar y contar historias e incluso la anécdota de que él prefería ver los documentales de la 2 que jugar al fútbol. Aún así, estudió nutrición y se dedicó a dirigir sus propias clínicas. Años más tarde, se adentró en la televisión para hablar de salud y allí se dió cuenta del poder que tienen los medios de comunicación: “Nos hacen ver y entender lo que quieren, condicionan nuestras emociones y ideologias”, afirmaba. Desde ese momento se dió cuenta que quería recorrer el mundo y contar historias que todo el mundo lograra entender. 

Mientras se encontraba de viaje de placer en Perú, le ocurrió algo que le cambió la vida. Dos personas españolas diferentes, en dos días diferentes le dijeron la misma frase: “haber cuándo haces un programa que hable de los españoles que vivimos fuera, que somos los verdaderos embajadores del país”. Tobías ha reconocido que en un primer momento no les dió demasiada importancia pero que en el avión de vuelta empezó a darle vueltas e ideó lo que ahora todo el mundo conoce cómo “Españoles por el mundo”. 

Nacido en una familia humilde y con la idea de que debía viajar sin prejuicios, emprendió la aventura y eligió como primeros destinos Cuba, Israel y Estados Unidos, lugares dónde, en ese momento, pasaban cosas. Él quería contar cómo era la vida de los españoles que residían fuera del país de una manera real, sin adornos. Precisamente fue por eso por lo que criticó duramente el formato de los últimos años, una vez vendidos los derechos. Ha explicado que durante los años de crisis en España, el programa emitia una vida idealizada que no mostraba la realidad de los españoles. 

A partir de ese momento, ha explicado que se quiso centrar en hacer documentales anuales con los que pudiera ayudar a las víctimas de catástrofes con el dinero recaudado. El primero que hizo fue en el terremoto de Haití y reconoce que fue una de las experiencias más impactantes de su vida: “se pudo rodar porqué no estábamos instalados en tiendas de campañas o hoteles, dormíamos con ellos en el epicentro y lo vivíamos todo en primera persona”. Gracias a la producción de este documental se consiguieron recaudar millones de euros en todo el mundo para ayudar a las víctimas.

Para no romper la tradición, este año también ha querido colaborar de alguna manera y lo ha hecho a través de “El camino interior”, una série documental para ayudar a las víctimas de la post pandemia y hablar de salud mental. Ha explicado que tuvo la oportunidad de grabar en el Camino de Santiago y que ha contado con personas que tienen mucho que contar y aportar. Para finalizar, ha mostrado un pequeño resumen audiovisual a los presentes y los ha animado a que nunca dejen que nadie les haga renunciar a sus sueños.


En cerca del refugi: la universitat com a espai de protecció internacional 

El acto de la franja de las 12h se cierra con la charla de Julia Pírez y Laura Riba,  que nos presentan un proyecto sociopolítico importante aún presente en la actualidad. Su charla sirve para exponer la fundación autónoma solidaria de la entidad social de la Universidad Autónoma, que trabaja desde diferentes áreas sociales. Su objetivo se basa en la obligación legal, el acompañamiento y la continuidad de un grupo de personas específicas en situación de refugio. 

Su voluntariado se mueve desde dentro y fuera del campus, y se centra en temas diversos, desde educación sexual hasta ámbitos de drogodependencia. Con todo ello quieren acompañar a personas migradas y hacer justicia global. Su proyecto da respuesta a la pregunta que muchos estudiantes jóvenes siguen cuestionándose hoy en día: ¿qué se puede hacer desde la universidad si hablamos de desplazamientos forzados de personas en el mundo? Aquí ellas entran en acción. 

El acto se cierra presentando la universidad pública como un espacio de protección internacional a partir de 3 casos, uno de ellos el de Ismail; la universidad como un espacio seguro de acogida. 

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