
Con 48 selecciones y tres sedes, la Copa del Mundo abre la puerta a naciones debutantes y que regresan al torneo
El fútbol mundial se prepara un año más para competir este 2026, cuando Estados Unidos, México y Canadá sean sede del torneo más grande de la historia, con 48 selecciones. Esta edición no solo amplía el número de equipos, sino también los sueños: países que durante décadas miraron el Mundial desde la distancia vuelven a escena o pisan por primera vez el gran escenario.
El causante de todo, el nuevo formato
Aún no conocemos a la selección revelación, ni la decepción, ni siquiera al campeón, pero el Mundial 2026, ha empezado a rodar y ya nos deja sus primeros recados. Un año pasaba del polémico Mundial en Qatar e Infantino ya maquinaba la siguiente Copa del Mundo. En marzo de 2023, el presidente de la FIFA anunció oficialmente los cambios en la competición, confirmando los rumores que desde hacía meses circulaban por las oficinas del organismo que rige el fútbol mundial.

El primer cambio, ya se conocía de mucho antes. Por primera vez en la historia del fútbol una Copa del Mundo contaría con 3 sedes: Canadá, EEUU y México. Y por si no fuera poco, las plazas clasificatorias también aumentaban, pasando de 32 a 48 selecciones, lo que posibilitaría el debut de equipos que jamás habían disputado la mayor competición del deporte rey.
La nueva Copa del Mundo contará con 12 grupos de 4 equipos cada uno, además las rondas eliminatorias se avanzarán y en vez de empezar en octavos se empezará en dieciseisavos. Todo esto sucede por el aumento de equipos participantes, que ha favorecido a algunas confederaciones, pero como con todo, a otras les ha perjudicado. El aumento de cupos ha quedado así:
- AFC: 4,5 → 8,5
- CAF: 5 → 9,5
- Concacaf: 3,5 → 7
- Conmebol: 4,5 → 6,5
- OFC: 0,5 → 1,5
- UEFA: 13 → 16
Qué hay de Cabo Verde, el primer rival de España
La selección africana se ha convertido en el segundo país menos poblado, por detrás de Islandia, y el más pequeño en participar en la Copa del Mundo, pero antes de este hito histórico ha sido un equipo más bien modesto. Sus inicios se remontan a 1978 cuando jugaron su primer partido y a 1982 cuándo se afiliaron a la FIFA. El punto de inflexión empieza en el 2010, cuando empieza a clasificarse con regularidad para la Copa África alcanzando los cuartos de final en dos ocasiones. Pero sin duda su mayor logro es la reciente clasificación a la Copa del Mundo.

Cabo Verde es sin duda una de las selecciones emergentes del fútbol internacional. Antes de clasificarse a su primer Mundial, rondaba las posiciones alrededor del puesto 70/73 en el ranking FIFA, un progreso constante, pues, pese a la limitación de recursos y población (apenas medio millón de habitantes). Con la expansión del Mundial a 48 cupos, los Tiburones Azules aprovecharon la oportunidad para debutar en la máxima competición global. Los africanos superaron con creces la clasificatoria en la CAF, quedando primeros de grupos y por delante de países muy potentes, como la Camerún de Etta Eyong.
Curazao, la junior del mundial
La selección de Curazao representa una pequeña isla caribeña, bajo control de Reino Unido y Países Bajos, y ha experimentado un desarrollo notable desde que empezó a competir como entidad separada tras la disolución de las Antillas Neerlandesas. Aunque históricamente había tenido resultados modestos en la Copa del Caribe o La Copa de Oro de la CONCACAF, en noviembre de 2025 alcanzó, sin duda alguna, su mayor hito. La clasificación para el próximo Mundial, tras empatar sin goles ante Jamaica y quedar líder de su grupo e invicta, sienta un precedente si más no extraordinario. Con apenas 156.000 habitantes, la selección se convirtió en la nación, que no país, menos poblada en la historia en lograr un pase a un Mundial.

Curazao ha ido subiendo posiciones en los últimos años gracias a sus buenos resultados en eliminatorias y torneos regionales. Antes de la clasificación mundialista, el equipo se situaba alrededor del 80 en el ranking FIFA y su progresión ha sido notable desde 2010, cuando empezaron a competir como selección independiente.
El renacer de los bravos
Otra de las debutantes será Jordania. El equipo jugó su primer partido oficial en 1953 y empezó a participar en eliminatorias mundialistas desde 1986. A lo largo de se historia ha tenido logros notables en el ámbito continental, llegando a alcanzar la final de la Copa Asiática en 2023. En las décadas previas, Jordania se consolidó como una selección trascendente en el continente pero sin alcanzar la ansiada clasificación para el Mundial. El debut mundialista de Jordania es un hito histórico tanto para el país como para el fútbol árabe en general, reflejando décadas de desarrollo y consolidación del deporte en la región.

Su historia futbolística ha tenido varios altibajos, hasta que, tras una campaña sólida en las eliminatorias asiáticas, logró una victoria destacada por 3-0 ante Omán, que le aseguró su clasificación para la Copa Mundial de la FIFA 2026. De esta forma, Jordania ha escalado posiciones en el ranking FIFA consiguiendo puestos cercanos al 66.
Uzbekistán, selección trampa
El combinado asiático surgió tras la independencia del país con la disolución de la URSS en 1991 y jugó su primer partido oficial en 1992. Desde entonces ha sido una de las fuerzas emergentes del deporte rey en Asia. A pesar de tentar varias veces la clasificación mundialista en los años anteriores, los uzbekos no han logrado llegar a la fase final de la Copa del Mundo hasta ahora. Un logro especial, ya que el país se convierte en la primera nación de Asia Central en clasificar a un Mundial como entidad independiente.

El 5 de junio de 2025, los lobos blancos sellaron su clasificación para el Mundial tras empatar a cero contra los Emiratos Árabes Unidos, obteniendo así uno de los billetes directos del grupo. Previamente, pero, habían logrado buenos resultados en su continente catapultando al equipo de Khushanov hasta el top 50 del mundo y el quinto mejor país de la AFC.
Selecciones que reaparecen
El Mundial 2026 también marca el regreso de varias selecciones que llevaban años, e incluso décadas, sin aparecer en el torneo más grande del deporte rey.
Egipto vuelve tras su última participación en 2018, con una generación joven que busca ir más allá del legado de Mohamed Salah. Sin irse del continente, Argelia y Costa de Marfil regresan después del Mundial de Brasil 2014. En la competición, los argelinos firmaron su mejor actuación histórica al llegar a octavos y poner en aprietos a la futura campeona Alemania. Los marfileños también quedaron fuera por un penalti en el último minuto ante Grecia.
Paraguay, Sudáfrica y Nueva Zelanda reviven su ilusión mundialista tras su última aparición en el Mundial de 2010. La selección sudamericana, con figuras como Julio Enciso y Miguel Almirón, apuestan por velocidad y potencia física. Sudáfrica no contará con esa generación de oro, sin embargo, quiere volver a protagonizar momentos históricos, como su triunfo sobre Francia como anfitrión. Nueva Zelanda por su parte, liderada por Chris Wood, llega con una plantilla con mejor plantilla que la última vez, en un país donde se ha ido profesionalizando el fútbol en las últimas décadas.

Entre las selecciones que regresan después de décadas destacan Austria, Noruega, Escocia y Haití. Los austriacos, eliminados en la fase de grupos en 1998, se encuentra en uno de sus mejores momentos de este siglo. El equipo combina jugadores con experiencia, como Alaba y Sabitzer, con una nueva generación joven.
Noruega, que sorprendió tras vencer a Brasil en 1998, se acabó despidiendo de la competición en octavos. Estas últimas temporadas, su plantilla se ha renovado con jugadores como Erling Haaland y Martin Ødegaard. Escocia, también ausente desde el siglo pasado, cuenta con sus máximos referentes en las mejores ligas del mundo, Robertson en el Liverpool y McTominay en el Napoli.

Y por último, la selección de Haití. El combinado caribeño no jugaba desde 1974, regresa con un equipo joven y combativo, símbolo de resiliencia y esperanza. La excolonia francesa no atraviesa buenos tiempos, sin embargo, han dado con la tecla en cuanto a fútbol se refiere, creciendo exponencialmente en los últimos años.
La repesca, el último tren hacia Norteamérica
El nuevo formato del torneo amplía las opciones y permite que varias selecciones sigan con vida de cara a 2026. El repechaje, que se jugará el año que viene, puede dejar debutantes en una Copa del Mundo y también el regreso de combinados históricos que no pisan una cita mundialista desde el siglo pasado. Una de las selecciones más beneficiadas es Nueva Caledonia, territorio de ultramar francés de Oceanía, que hasta 2006 no pudo jugar la clasificación. Ya dentro del sistema clasificatorio, siempre se encontró con el mismo obstáculo, la selección de Nueva Zelanda, dominadora histórica continental.

También aparece Surinam como candidato a debutar. El conjunto sudamericano, que representa a la excolonia neerlandesa, nunca ha disputado un Mundial. Aun así, muchos jugadores nacidos allí ya han estado presentes en Copas del Mundo representando a Países Bajos, como Edgar Davids o Clarence Seedorf. En Europa, el combinado kosovar se perfila como otra posible debutante. Esta selección representa al Estado soberano con reconocimiento limitado. Kosovo declaró su independencia de Serbia en 2008 y no entró en la FIFA hasta 2016.
Junto a ellos aparece Albania, que se ha clasificado a dos de las últimas tres Eurocopas, consolidando así su crecimiento reciente. Macedonia del Norte completa el grupo de posibles debutantes. Proveniente de la antigua Yugoslavia, en 1994 fue la primera nación exyugoslava en unirse a la FIFA. Hasta ahora, solo ha jugado un gran torneo internacional, la Eurocopa de 2020.

En cuanto a las posibles reapariciones, varias selecciones históricas podrían volver a un Mundial tras décadas de ausencia. Bolivia no juega desde 1994, aunque anteriormente había disputado los torneos de 1930 y 1950. Jamaica, por su parte, solo ha jugado el Mundial de 1998, logrando una victoria ante Japón.
Fuera de América, encontramos a la selección de Irak, que solo ha participado en 1986, donde logró anotar un gol ante Bélgica. La República Democrática del Congo nunca ha participado bajo ese nombre, aunque la antigua Zaire jugó en 1974 en Alemania Federal. El último posible gran regreso es el de Irlanda del Norte, que no juega un Mundial desde 1986, tras haber participado también en 1982 y 1958.
Mucho más que un mundial de fútbol
El Mundial de 2026 no solo será el más grande de la historia por su formato y sus sedes compartidas, sino también por el alcance que conlleva. La próxima edición significará la apertura definitiva del fútbol mundial a nuevas realidades y nuevos países.
El sueño de ganar una Copa del Mundo ya no es exclusivo de unas pocas naciones, ahora aparecen debutantes y selecciones que regresan al torneo. Es indiscutible que el fútbol global está cambiando, se diversifica y promete una campeonato donde cada escudo tendrá una historia que contar.



