Marcial Murciano es Catedrático de Periodismo y profesor de Estructura y Políticas de Comunicación en la Universidad Autónoma de Barcelona. Ha publicado más de setenta publicaciones relacionadas con el Periodismo y la Comunicación. Es director del Observatorio Iberoamericano de la Comunicación (OIC/UAB) y del Grupo de investigación de calidad del Plan Nacional de I+D+i LOCALCOM.

Usted ha investigado sobre la estructura mediática nacional e internacional ¿qué desafíos, a nivel comunicativo, nos ha traído la comunicación?

Sí, en efecto, he trabajado sobre la evolución y los problemas del sistema y la estructura de los medios de comunicación durante el último medio siglo. De alguna manera, el Informe MacBride, de 1980, ya planteó una serie de retos importantes y de largo recorrido para la nueva sociedad internacional que se había configurado después de la Segunda Guerra Mundial, hoy diríamos que para la sociedad global interconectada en la que vivimos. Unos desafíos que, por otra parte, han venido adquiriendo mayor dimensión y complejidad durante las últimas décadas. Estos retos, tal como he comentado son de largo recorrido y brevemente pueden ser enmarcados en torno a varios ejes de dinámica de cambio sociocultural.

En primer lugar, sin duda, las consecuencias del cambio tecnológico en los medios de comunicación, como resultado del trascendental proceso de innovación digital que define hoy la situación de transformación en todos los medios y en todos los espacios de comunicación, sean éstos de carácter subnacional, nacional, supranacional o global. A medida que los medios de comunicación han pasado en los veinte o treinta últimos años a tener una nueva presencia en los espacios supranacionales -como por ejemplo en la Unión Europea, o en el nuevo espacio global, a través de Internet, las telecomunicaciones  y las redes sociales-, la política de comunicación se ha convertido en uno de los desafíos mayores de nuestras sociedades hiperconectadas. Otro eje es el papel hegemónico y concentrado de las grandes empresas globales de comunicación, como Apple, Facebook o Google entre otras, que suponen un desafío permanente y no resuelto para el equilibrio comunicativo en cualquier sociedad abierta y plural.

En fin, y para no extendernos, el proceso de mercantilización y de espectacularización que predomina en la mayoría de los contenidos que están presentes en los medios de comunicación nacionales e internacionacionales podría constituir un tercer gran desafío para las sociedades democráticas de este tercer decenio del siglo.

La relación entre el poder y la comunicación sigue siendo el leit motiv de numerosos foros de discusión. ¿Ha cambiado algo o estamos ante la misma encrucijada de siempre?

Los medios de comunicación y el poder político han mantenido siempre una relación de tensión dinámica en cualquier sistema social anterior. Esta tensión es fácilmente identificable en todas las sociedades, desde las consideradas autoritarias a las más evolucionadas, sean estas liberales o democráticas. Los investigadores del siglo pasado advertían de cuatro respuestas singularizadas para esta problemática común pero diversa, según nos encontráramos en un contexto social autoritario, liberal, socialista o de democracia avanzada, como las occidentales actuales.

« los medios tenderán a ser abiertos, plurales y participativos»

En la medida que nuestra sociedad internacional de base liberal-democrática se generaliza y se expande en el contexto de la globalización, los medios tenderán a ser abiertos, plurales y participativos aunque con una graduación diversa, pero siempre en tensión. Por otra parte, no hay que minusvalorar los riesgos de un enfrentamiento constante y permanente entre el autoritarismo y el liberalismo comunicativos. En el primer caso, los medios tenderán a la propaganda, y, en el segundo, a la expansión de las libertades y el fortalecimiento de la democracia.

En cualquier caso, la actual explosión tecnológica, la revolución digital que activa en nuestros días a tantos tecnófogos, debemos considerarla, a beneficio de inventario, como muy positiva para la mejora de la tensión entre el poder y los medios de comunicación social así como también para el bienestar general. En épocas pasadas, los cambios en la tecnología comunicativa siempre han significado vectores de transformación y mejora en el fotalecimiento de las libertades y la democracia. Así fue con la imprenta y la difusión de las ideas y del conocimiento, a través de medios como el libro y la prensa, y también lo han sido los medios audiovisuales, el cine, la radio y la televisión. En este sentido, la mirada de la historia es gratificante.

Una de las lecturas que Marcial Murciano lleva más consigo; Aspectes de la Comunicació Internacional. Anàlisi. Quaderns de Comunicació i Cultura.

¿Cuál debe ser la actitud del periodista frente al poder y sus presiones?

La realidad es que los periodistas se han movido tradicionalmente, dentro de una escala amplia y variada, entre el servilismo al poder, lo que podemos denominar de una manera general como propaganda, y la responsabilidad con la sociedad, con la ciudadanía y con el relato de los hechos o la verdad. 

La independencia periodística y las instituciones profesionales son los mejores instrumentos con los que afrontar las presiones de los poderes políticos y económicos. En Europa,  el periodismo nórdico y anglosajón tienen una dilatada trayectoria en este sentido. Allí donde los periodistas disponen de asociaciones profesionales fuertes y arraigadas, con códigos deontológicos claros y ampliamente compartidos, la práctica del ejercicio profesional es menos vulnerable tanto en las redacciones como en la calle o en las instituciones.

¿Por qué es importante que un periodista conozca el sistema mediático nacional e internacional, la estructura de medios o los elementos definitorios de las políticas de comunicación?

Para cualquier periodista o comunicador es importante conocer tanto la historia como la estructura, los problemas y los valores que impulsan las políticas de comunicación. El ejercicio profesional requiere de una comprensión básica de la historia y el desarrollo de los diferentes medios, de sus formatos y de sus implicaciones políticas y culturales. También de sus principales rasgos distintivos, sus elementos constitutivos y sus diferentes modalidades tanto a nivel nacional como internacional.

«Desde finales del siglo pasado, el sistema de medios actúa en un espacio geográfico  ampliado, complejo e interrelacionado»

Hasta mediados del siglo pasado, los medios tenían un entorno específico básicamente nacional y solo cierta entidad internacional. Desde finales del siglo pasado, el sistema de medios actúa en un espacio geográfico  ampliado, complejo e interrelacionado. Los medios operan en diferentes ámbitos (local, nacional, supranacional, global), son objeto de dinámicas diferenciadas (tencológicas, económicas, políticas, socioculturales), y para ello utilizan tecnologías especializadas (escritura, voz y sonido, etc.).

La comprensión de todas estas realidades múltiples e interrelacionadas, que condicionan el quehacer profesional, sus implicaciones y sus responsabilidades sociales, obligan al conocimiento de estas diversas problemáticas y la actualización periódica por parte de los profesionales. Por lo general, estos elementos distintivos y sus diferentes modalidades, tanto a nivel nacional como internacional, se investigan y se enseñaña en las facultades de comunicación.

¿Que consejo daría a los estudiantes que se preparan para desempeñarse como periodistas o profesionales de diferentes ámbitos de la comunicación?

Aunque la prensa y el periodismo atraviesan un mal momento, debido principalmente a la crisis financiera que repercute en los ingresos del sector y a la falta de confianza de los lectores, una “buena” práctica profesional hoy no dista mucho de la formulada  hace setenta años cuando se generalizó en la profesión una visión positiva de los medios basada en la teoría de la responsabilidad de la prensa con la sociedad, que en síntesis proponía como misión del periodista hacer un relato comprensivo y real de los acontecimientos diarios con rigor informativo, con sentido  crítico y de forma que proyectara una visión coherente de la realidad y de sus desafíos para la sociedad.

En este mismo sentido, mi consejo para los estudiantes es que adopten un enfoque personal de su trabajo con una visión decididamente independiente sobre una realidad cada vez más compleja y opaca, que la trabajen y presenten de manera concienzuda y contrastada y haciendo una decidida apuesta por garantizar, a un público general, un amplio acceso a la información relevante del día. No importa cual sea el medio, ni tampoco el formato.

Marcial Murciano ha ocupado diversos cargos de gestión académica e investigación, entre ellos los de Delegado del rector, Decano de facultad, Vicedecano de investigación, Vicedirector de departamento, Coordinador del Grado de Periodismo, Director de la biblioteca de Comunicación de la UAB, Coordinador de intercambios, Director de programas de máster y doctorado y Presidente de la Conferencia de decanos de comunicación de España.

Ha realizado estancias de investigación en CIESPAL (Ecuador), UNESCO (París), EHESS y CNET (París), CSCC (Reino Unido), Consejo de Europa y Comisión Europea (Bélgica), CECAP (Argentina), CICOM (Puerto Rico) y CUCSH (México).

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