La autora Marta Vives nos habla de la publicación de su libro “Una mujer con la cuna fracturada” y comparte diferentes reflexiones sobre cuestiones que plantea en el libro.
Marta Vives, nacida en el año 1988, es escritora, guionista y actriz. Mantiene un perfil polifacético, puesto que empezó licenciándose en Periodismo por esta misma universidad, la Universidad Autónoma de Barcelona, y acabó estudiando Arte Dramático en el Ward Acting Studio de Nueva York y en el Estudio Nancy Tuñón de Barcelona. Vives se consagra como autora con su primera publicación llamada Una mujer con la cuna fracturada en la editorial Tres Hermanas. Marta nos brinda un relato que nos hará reflexionar sobre nuestra persona y sobre si nos conocemos realmente. Además, también participa en la serie La Treintena como co-guionista y actriz.
Soy conocedor de que has estudiado tanto periodismo como arte dramático. ¿Crees que existe alguna conexión entre ambas disciplinas?
La verdad es que yo empecé a estudiar periodismo porque me encanta escribir desde que soy muy pequeña y también me gusta el mundo audiovisual. Entonces me pareció que periodismo era esa carrera que aunaba las dos cosas. Cuando hice las prácticas, en mi caso fue en el “Telenotícies Comarques de Tv3”, me di cuenta de que me gustaba mucho escribir, pero no sobre la realidad, sino sobre ficción. Y entonces ahí es cuando salté a hacer guion y literatura y, obviamente, el arte dramático también tiene en común contar historias. Yo creo que todas las disciplinas que yo hago tienen en común esa característica.
Como bien dices, el periodismo es una carrera que ofrece multitud de salidas y agrupa una serie de características que comparte con otras disciplinas. Como persona con un perfil polifacético, ¿piensas que en el ámbito laboral actual es más importante mantener una versatilidad o ceñirte a una especialización desde un principio?
Para mí se trata de una cuestión muy personal. Aun así, yo creo que hoy en día mientras más curiosidad tengas, más puertas se te pueden abrir. Yo en muchos casos, el hecho de ser multidisciplinar, me ha permitido darme trabajo a mí misma. Trabajar como guionista y como actriz significa que puedo formar parte de un proyecto, no solo desde el lugar de que un director de casting me tenga que escoger, sino que puedo formar parte de lo que van a decir los personajes y de la trama de sus historias y eso me parece mucho más enriquecedor. Siempre es más divertido tocar varias disciplinas porque al final una enriquece a la otra y, además, como experiencia vital es un modo de vida más completo.
Exacto, ya no se ciñe a una cuestión profesional, sino que te enriquece culturalmente como persona.
Además, conoces gente distinta. Gracias al haber estudiado periodismo en la Autónoma conocí a mi mejor amiga que es periodista y, actualmente, también es productora. Luego, estudiando arte dramático, empecé a conocer a muchos otros actores y en el mundo del guion conocí a directores, directoras y guionistas. Como que todo va sumando y se hace una bola de nieve que es mucho más divertida que si solo te cierras a hacerte el experto en algo. Que me parece totalmente lícito, pero no va con mi manera de ser. A medida que crecemos, vamos perfeccionando nuestro gusto personal y vamos a conocer más cosas que nos pueden interesar.
Entrando en una cuestión más filosófica, “Una mujer con la cuna fracturada” relata un viaje íntimo interpersonal, en el cual la protagonista va conociendo lo más profundo de su ser. Qué piensas acerca de este concepto en la vida real, ¿crees que las personas no nos conocemos realmente?
Yo, sobre todo, me baso en el concepto, que es el motor de la novela, que es esta cuna fracturada. A mí siempre me ha interesado mucho el psicoanálisis, pienso que es muy importante ir al inicio, a las raíces y a la infancia para ver todo lo que no conocemos de nuestro pasado y de ahí ir al presente. Tenemos que entender que todo lo que llevamos de vida es normal que afecte a quien soy yo hoy en día. En ese momento, tendrás la oportunidad de redefinir y valorar hacia dónde quieres ir, ya que es muy complicado conocerse desde el presente. Sí que nos podemos conocer pensando en lo que ya hemos vivido y en lo que nos gustará vivir, pero siempre creo que es necesario como un tiempo de espera para entender todo lo que sabes sobre ti. Yo creo que es una cosa muy personal, hay gente que tiene más interés en conocerse y hay gente que no le ha picado esa curiosidad. A mí sin duda sí.
«SÍ QUE NOS PODEMOS CONOCER PENSANDO EN LO QUE YA HEMOS VIVIDO Y EN LO QUE NOS GUSTARA VIVIR, PERO SIEMPRE CREO QUE ES NECESARIO COMO UN TIEMPO DE ESPERA PARA ENTENDER TODO LO QUE SABES SOBRE TI»
Es como el concepto de “tabula rasa”, que todas las experiencias que vivimos conforman nuestro ser, que entiendo que es lo que has querido transmitir con el título del libro.
Todos nacemos en una familia que ya está construida y es una de las cosas que no escogemos. Si esa familia y ese contexto en el que nacemos tienen una fractura, la llevaremos con nosotros. Luego, podemos hacer cambios, pero ya es algo que cargamos. Entonces, en el caso de esta novela casi todos los personajes tienen la cuna fracturada y se dedican a ir salvándose la vida por el camino.
Hoy en día en la industria contamos con muchas novelas que se ciñen al entretenimiento, pero pienso que una mujer con la cuna fracturada aporta una reflexión personal, más allá de la propia lectura. ¿Qué crees que aporta tu libro al lector?
Creo que a nivel de literatura, aporta que vas a emprender el mismo viaje que emprende la protagonista. Vas a entrar en 144 páginas en las que conocerás a la gente que ella ha conocido, estarás en los lugares en los que ella ha estado y, en ese momento, no estarás pensando en ti. Cuando cierres el libro, creo que lo que habrá aportado esa lectura es pensar en la idea de que Isabela ha pensado todo esto a partir de una colección de copas modernistas y el cómo lo puedes extrapolar a tu vida. Creo que es una novela que cuando la estás leyendo te provoca que entres mucho y que cuando la sueltas, se queda un poco contigo para que hagas la reflexión que hace Isabela con su propia vida.
Esta idea viene dada a partir de los elementos realistas que envuelven la obra. ¿Crees que es un elemento importante en la obra esta faceta realista que has querido trasmitir?
Me parece que es necesario que el lector se pueda sentir identificado con los personajes. Yo cuando escribo siempre pienso en lo que me gustaría leer y a mí me gustan mucho las autobiografías. En este caso no lo es, pero te ofrece una sensación de estar en la vida real y no en una constante ficción. Intento ir a ese punto principal donde tú dices “Esto me ha llegado” y es honesto.
«ME PARECE QUE ES NECESARIO QUE EL LECTOR SE PUEDA SENTIR IDENTIFICADO CON LOS PERSONAJES»
Aprovechando que hace unos días fue el 25N y relacionándolo con Isabela, la protagonista del libro. ¿Crees que en la actualidad contamos con suficientes novelas que cuenten con una protagonista mujer? Al mismo tiempo, ¿cuánta importancia le has dado para que la protagonista sea una mujer?
Toda. Como mujer, me importa que haya más personajes femeninos, tanto en la literatura como en el mundo audiovisual. Para mi era muy importante, ya que yo soy una mujer joven, que la voz de este personaje fuera la que llevase la voz cantante. Para mí, un reto es hablar de todos los temas que a mí me importan y, por tanto, que también los viviera Isabela. Entonces fue muy interesante que yo, como chica joven de 32 años, decidiera hablar de estos temas en el libro, como son el bullying, la violencia machista, el amor y desamor, la curiosidad, una carrera laboral… Todos estos temas son los que vive esta mujer, que tiene entre 29 y 30 años, y como los vive ella. Me parece muy importante que las voces femeninas sean las que narran las historias.
La verdad es que hay pocas novelas que mantengan una filosofía como la que tú intentas transmitir.
Yo creo que es muy enriquecedor cuando te sientes identificado con un personaje, o identificada en este caso. Porque entonces te llevas algo de la historia contigo, no es simplemente un pasatiempo. Si te resuena, creo que es algo que te llevas de por vida. La literatura creo que es algo que cuando tiene ese componente le otorga un grado más de calidad.
Una mujer con la cuna fracturada es tu primera publicación. Cuéntame acerca de este hecho, ¿Qué ha supuesto para ti? ¿Has cumplido una de tus metas?
Yo escribo desde que tengo 9 años y la primera semana en la que empecé a estudiar periodismo en la facultad, me hice un blog que mantuve durante diez años, escribiendo semanalmente. Escribía prosa poética y relatos cortos. Más tarde, cuando ya me dedicaba al mundo del cine, me di cuenta de que era el momento de empezar la novela y que estaba poniendo excusas para no emprender ese viaje. Estuve poco más de un año escribiendo una mujer con la cuna fracturada.
¿Veremos más publicaciones de Marta Vives en un futuro?
Ahora mismo estoy escribiendo la segunda. Es muy interesante para mí la faceta de escritora porque me lo puedo compaginar con el guion. Ahora se acaba de estrenar una serie, que escribí y rodé durante el confinamiento, que se llama “La Treintena”, que ahora se puede ver en Estados Unidos y Latinoamérica, pero espero que en navidad llegue a España. Creo que el trabajo, llama al trabajo. El hecho de escribir guion y literatura es complementario, se alimentan entre sí. Para mí es muy importante siempre tener algún proyecto como con el motor encendido y que no pare.
«ES MUY INTERESANTE PARA MÍ LA FACETA DE ESCRITORA PORQUE ME LO PUEDO COMPAGINAR CON EL GUION»
¿Qué consejo darías a los estudiantes que se preparan para desempeñarse como periodistas o profesionales de diferentes ámbitos de la comunicación?
No sé si es un consejo, pero lo que me aplico siempre a mí misma es que tener ideas está muy bien, pero lo más importante es llevarlas a cabo. Yo pienso que siempre que hay la semilla de querer hacer algo, de tener una idea, tener el impulso,… Lo primero que hay que hacer es empezar a hacerlo y luego el camino ya está encendido. La máquina ya funciona. Lo que siempre pasa es que la gente se anima a hacer cosas y tienen buenísimas ideas, pero no se materializan. Realmente hay que tomar responsabilidad con uno mismo y pensar si realmente lo quieres hacer. Por lo tanto, no hay que esperar para hacerlo. Hay que encender el motor desde que hay las ganas y el impulso.