La conmemoración del 8M trajo de vuelta a las calles a miles de mujeres que siguen luchando por sus derechos. Detrás de cada cartel se encuentra una historia diferente.
Son las 18:00 en plaza Universidad, desde el metro y las calles cercanas miles de mujeres se reúnen dando forma a una masa de gente que pronto se pondrá en movimiento. Entre la multitud se logran ver pañuelos morados, carteles reivindicativos y se escuchan cantos desde distintas direcciones.
La conmemoración de un nuevo 8 de marzo las llamaba a la acción y aunque la movilización fue convocada bajo el lema «huelga feminista contra el sistema cisheteropatriarcal, racista y clasista», cada una portaba su propia bandera personal.
“Las mujeres deben ser dos cosas: quien ella quiera y lo que ella quiera”
En el frontis de la Universidad de Barcelona, cuya torre principal y su reloj se encontraban iluminados de morado, Destiny Ajisafe (16) buscó lugar acompañada por su madre. Se mezcló entre la multitud y levantó por los aires su pancarta.
¿Por qué elegiste hoy esta consigna?
— Pues porque en sociedad a las mujeres normalmente nos dicen mucho qué debemos ser y es para reivindicar un poco eso. Que nosotras podemos ser quien nosotras queramos y cuando queramos.
¿Has venido a manifestaciones anteriormente?
— No, esta es mi primera.
¿Cómo ha evolucionado tu lucha feminista?
— Cuando era más pequeña no me daba demasiado cuenta de lo que pasaba, pero al crecer y al sufrir también escenarios de machismo, cada vez más me daban ganas de venir y reivindicar mis derechos como mujer.
¿Cuáles crees que son los actos machistas que más te han afectado?
— Yo juego al fútbol. Normalmente recibo comentarios como “no deberías jugar porque eres una chica” o “te puedes hacer daño”, “deberías hacer baile” u otros deportes que consideran más femeninos. Eso es lo que más me pasa.
«al sufrir también escenarios de machismo, cada vez más me daban ganas de venir y reivindicar mis derechos como mujer»
Destiny Ajisafe
¿Consideras seguir viniendo?
— Sí, es una experiencia para repetir y espero poder venir más veces.
¿Cuál crees que es la importancia de que estemos aquí hoy?
— Creo que es muy importante porque las mujeres no hemos acabado esta lucha y seguimos sufriendo machismo, feminicidios y es muy importante acabar bien.
¿Con quién viniste?
— Con mi madre.
¿Por qué vinieron las dos juntas?
— Ella tenía libre y yo también hice huelga, así que hemos venido las dos.
“No somos princesas, somos dragonas”
La marcha sigue avanzando por la Gran Vía de les Corts Catalanes, el grupo se mueve sin detenerse y pasa frente a la mirada de María del Camino Torio Sánchez (53), quien se encuentra parada con un carro para perros en la esquina de la Rambla y Gran Vía sosteniendo un cartel entre sus manos.
Llevas varios carteles, ¿Cuáles son?
— El que llevo en la mano dice “La talla 38 me aprieta el chocho”. Hoy ni una 38, ni una 40, una 42, ni una 44, es inviable para mí, entonces no hay que llevar una 38 para considerarse que eres guapa o que tienes buen tipo. El segundo que llevo es el de mis dragones, que pone: “no somos princesas, somos dragonas”, porque hoy en día nos vemos obligadas a ser dragonas. El de adelante es por la muerte de mi hermana. El 24 de diciembre su hijo la mató en León, la apuñaló 21 veces y le cortó el cuello, entonces estoy aquí por ella.
Has vivido la violencia machista de cerca…
— Sí, porque a mi hermana la mató mi sobrino, su propio hijo. Entonces, este año es más importante que nunca estar aquí. Por ella y por todas las que murieron al día siguiente y al siguiente y al siguiente.
«Mi hermana se merece que siga alzando la voz por ella. Mi hermana y todas las que no son mis hermanas»
María del Camino Torio Sánchez
¿Llevas años viniendo a manifestarte?
— Más de 20 años. Siempre vengo a las manifestaciones, pero este año en especial vengo por mi hermana.
¿Siempre en Barcelona?
— Yo soy de León, iba a León. Pero vine a Barcelona hace 23 años y desde entonces vengo aquí, quitando el que no nos dejaron salir, yo he venido a todas.
¿En años anteriores llevabas mensajes distintos?
— Siempre llevo el mismo mensaje. El único mensaje distinto que llevaba era el de mi perrita, que falleció hace unos días y ponía un cartel delante, ella iba dentro del carro que es de perrito, y ponía: “La única perra que hay aquí soy yo”.
¿Cómo ha cambiado tu lucha feminista?
— Yo siempre he sido muy consciente, pero ahora ya es moral. Mi hermana se merece que siga alzando la voz por ella. Mi hermana y todas las que no son mis hermanas, no de sangre, pero que son hermanas de mi hermana.
“Siempre vivxs, como mala hierba”
Un verso de Rebeca Lane aparece entre la multitud. “Siempre vivxs, como mala hierba” es la frase que Chía Gil (25) eligió para manifestarse. Está cursando estudios socioculturales de género en la UAB, dice siempre buscar premisas nuevas para sus carteles y esta vez encontró en la música la mejor forma de plasmar su sentir.
¿Por qué elegiste esta canción?
— La canción la he escogido porqué me gusta mucho esta artista, hace canciones siempre muy feministas. “Siempre vivxs como mala hierba” me parece que sintetiza muy bien lo que pienso.
¿Siempre has llevado el mismo mensaje?
— Siempre los he ido cambiando respecto a años anteriores. Pero siempre llevo frases de personas feministas.
¿Crees que ha evolucionado tu lucha feminista?
— Mi visión de la lucha feminista ha ido cambiando. De hecho, es bastante reciente para mi. Yo descubrí el feminismo a raíz de una relación de violencia machista. Sobreviví. He ido deconstruyendo y entendiendo cosas. Ahora mismo no tengo un nombre para mi feminismo, porque hay muchos.
«Yo descubrí el feminismo a raíz de una relación de violencia machista. Sobreviví. He ido deconstruyendo y entendiendo cosas»
Chía Gil
¿Es una relación reciente?
— Hace 6 años de esta relación. Era una relación tóxica y machista en todos los aspectos. Era una persona manipuladora y violenta. Me di cuenta muy paulatinamente, yo me dejé ayudar. No fue de golpe, sino muy poco a poco. Me quedé embarazada a los 19 años y esto me ayudó mucho a salir adelante, porque ya no era solo yo la que recibía violencia, sino también mi hija.
¿Pese a todo, crees que se están haciendo bien las cosas?
— Se han hecho muchos avances y se han hecho bien, pero todavía queda mucho camino por recorrer. La sociedad sigue estando muy mal y se tendría que hacer un cambio estructural, no solo individual.
“Eduquemos a no violar, no a cómo protegerse de una violación”.
Bajo esta consigna Lucía Fidalgo (18) salió a las calles, no es la primera ocasión, ya son varios años donde el 8 de marzo significa algo diferente y explica que con el paso de los años su enfoque de la lucha ha ido cambiando de perspectiva.
¿Por qué este mensaje?
— He escogido este mensaje porque, básicamente, a lo largo de estos años he conocido a mucha gente, a muchas compañeras, que han sufrido algún tipo de agresión o abuso, ya sea por la calle o con personas de su entorno. A muchas víctimas se les recrimina mucho si iban con top o si iban caminando sola por la calle, si era de noche o si no le tocaba ir así vestida. Lo que no enseñan es que no es culpa de ellas, sino de esta sociedad y de cómo se ha educado a la gente.
Es importante que esta educación sea desde los primeros años…
— Si tú a un niño pequeño no le educas desde un inicio en principios feministas y no le quitas de la cabeza que el porno es la teoría y la violación es la práctica, si no educas así a un hijo o hija o incluso a gente mayor que a lo mejor por la época en que vivió no ha podido entrar mucho en este mundo y conocerlo, no conseguiremos nada.
«El año pasado también llevé este cartel y vi que tuvo mucho impacto»
Lucía Fidalgo
Se tendría que poner el foco en el agresor…
— Sería eso, incidir en eso y no fijarse tanto en qué hacía la víctima o qué llevaba puesto. Incluso que se la juzgue por el hecho de que, a lo mejor empezó, luego no quiso seguir, pero la otra persona la convenció para que continuase. Ahora mismo la educación no se basa en eso, sino que se basa en enseñar a las mujeres y a recriminarles siempre lo mismo: que es culpa suya, cuando no es así, ninguna de ellas tiene la culpa.
¿Llevaste siempre el mismo cartel?
— Voy a las manifestaciones desde hace 4 años. El año pasado también llevé este cartel, y vi que tuvo mucho impacto. Este año pensé en cambiarlo un poco, pero al final decidí que no, porque al fin y al cabo es una cosa educativa, y pienso que tiene mucho peso.
Miles de historias para una misma lucha
Las cifras oficiales indicaron que cerca de 40 mil mujeres salieron este 8 de marzo a las calles. Sus carteles exigían derechos, igualdad, reivindicaciones y reclamaban justicia por aquellas que hoy no están, una lucha que aún tiene mucho camino por transitar. En 2022 en España 49 mujeres fueron asesinadas por violencia de género, una cifra que este 2023 ya alcanza las 15 víctimas, dejando claro que cada cartel es un reflejo de un problema sigue presente en nuestra realidad.