Teresa Velázquez García-Talavera es catedrática emérita de Periodismo en la UAB, ámbito de teoría, semiótica y metodología de investigación en comunicación. Directora en la UAB del Laboratori de Prospectiva i Recerca en Comunicació, Cultura i Comunicació (LAPREC). Es vicedirectora de la revista deSignis, publicación de la Federación Latinoamericana de Semiótica (FELS). Presidenta del Observatorio Mediterráneo de la Comunicación (OMEC) en el marco del cual se desarrollan aquellos proyectos vinculados con la intervención social. Pertenece a diferentes asociaciones científicas en su área de conocimiento. Autora, además, de publicaciones científicas en comunicación, semiótica, teoría del discurso y metodología de investigación en comunicación.
Investigadora y docente de largo recorrido, acumula en su currículum una gran experiencia como docente y directora de proyectos, tesis y todo tipo de trabajos. ¿Por qué es importante hoy día seguir formando comunicadores?
En mi opinión hoy más que nunca es necesaria una formación en esta área del saber. La Comunicación en general y el Periodismo en particular atraviesan todos los ámbitos de la sociedad contemporánea. Las transformaciones operadas en esta sociedad a partir de las innovaciones tecnológicas, si bien son parte fundamental en cualquier rama de saber, lo son sin ninguna duda, y más si cabe, en el área de la comunicación y el periodismo. Por lo tanto, un aprendizaje en los nuevos instrumentos tecnológicos, su acceso, uso y apropiación por parte de los futuros comunicadores, unido a una formación sólida sobre los contenidos teóricos y prácticos propios de la comunicación y el periodismo, en la que valores y principios éticos son esenciales. Tenemos en cuenta que estos futuros comunicadores pertenecen a la generación nacida en la era digital, los llamados“nativos digitales”por lo que, y como decíamos en “Comunicación, Sociedad del Conocimiento y grado de desarrollo: ¿brechas digitales? ¿Sociedad del Conocimiento para todos?”, en 2018, una formación sólida en ciencias sociales, artes y humanidades se hace imprescindible, de manera que no solo cuenten con habilidades técnicas, sino también con capacidad crítica que les permita analizar la sociedad y su funcionamiento, elementos fundamentales para todo comunicador o periodista contemporáneo. En conclusión, creo muy necesaria e imprescindible continuar con la formación de comunicadores basada en los aspectos destacados aquí, en los que la responsabilidad social del comunicador formado debe presidir el desarrollo de su futura profesión.
En un mundo cada vez más globalizado, ¿qué papel desempeña la comunicación para el desarrollo?
A mí me gusta hablar deComunicación para el cambio social. Es un ámbito del saber dentro de la Comunicación que da lugar a una de las salidas profesionales que los estudiantes descubren, al menos en nuestros estudios, en el último año del Grado de Periodismo. Creo que es una materia que debería encontrarse en todos los planes de estudios de nuestra Facultad. Para hablar de esta disciplina necesariamente he de ubicarla en el amplio campo de las Teorías de la comunicación. Para referirme al sentido que puede tener la materia he de hacer un primer y breve recorrido histórico para identificar la vinculación e idoneidad que tiene en nuestra amplia área de conocimiento. Surge este espacio disciplinar después de la Segunda Guerra Mundial a finales de los años ‘40 y a lo largo de los ‘50 y ’60 en lo que se llamó el Paradigma de la Modernización y que centraba su eficacia en una comunicación “sobre” el desarrollo, por lo tanto la característica esencial de la comunicación en este aspecto era la “difusión”.
Los medios de comunicación en esta etapa, y para este ámbito, se les consideraba como agentes del cambio social por el rol e influencia que podían tener en los procesos de modernización de los que un autor como Wilbur Schramm de la Mass Communication ya indicó en su trabajo titulado “Medios de comunicación de masas y Desarrollo Nacional: La función de información en los países en desarrollo”entendida ésta como innovaciones tecnológicas e industriales occidentales que haría que el modelo a exportar fuera el de los países del norte frente a los países “subdesarrollados” del sur, sin tomar en cuenta los aspectos culturales de esos países y la causas estructurales del subdesarrollo. Otro autor a citar dentro de esta tendencia es Everest Roger cuyos trabajos en la década de los sesenta sobre el cambio social en el medio rural, la difusión de las innovaciones o el impacto de la comunicación sobre la modernización de los campesinos serán de referencia en esta etapa. Autores latinoamericana como Antonio Pasquali, Paolo Freire, Mario Kaplun, Juan Somavía, Fernando Reyes Matta, por citar algunos de los teóricos, llevaban tiempo respondiendo a esa concepción. En los años ’70 e inicio de los ’80 donde la UNESCO publica el Informe McBride “Un solo mundo, voces múltiples”, hubo una contestación a ese modelo de desarrollo desde la que se llamó “Teoría de la dependencia” concebida esta dependencia como “participación en los procesos de comunicación” y surgida como contestación al paradigma anterior y posibilitada por los movimientos políticos y sociales que se dieron en América Latina, África y Asia. A este tipo de comunicación se la conoce como “Comunicación para el desarrollo” y “Comunicación para el cambio social,lo que quiere decir que se toma en cuenta el análisis de causas estructurales (políticas, económicas, sociales) del subdesarrollo, se aboga por una comunicación participativa, horizontal y dialógica. Ya a partir de los ’80 se modela esa Teoría de la dependencia hacia el desarrollo participativo, tendencia que se mantiene hasta hoy en la comunicación se la considera “para” el desarrollo y “como” desarrollo.
En principio, el hecho que los medios informen sobre desarrollo, cooperación y cambio social es de interés, pero no es suficiente. Como hemos indicado, es esencial también que este tipo de comunicación y sus profesionales desarrollen su actividad en su implicación con todo el proceso de comunicación.
«esta comunicación para el desarrollo tiene un papel esencial en nuestra sociedad contemporánea y globalizada»
En mi opinión, y para concluir, esta comunicación para el desarrollo tiene un papel esencial en nuestra sociedad contemporánea y globalizada. Aparte de dar lugar a una de las vertientes o especialidades de la profesión.
En su trayectoria profesional y académica, ha estado muy presente la conexión entre comunicación y cooperación. ¿Por qué es importante esta convergencia?
Por las razones expuestas con anterioridad. Creemos que unir estos dos aspectos abre la posibilidad que los profesionales de la comunicación tomen conciencia que, si bien es importante informar sobre asuntos vinculados a la cooperación y desarrollo para el cambio social, también es de sumo interés que esta conciencia se plasme en que dichos comunicadores formen parte del proceso horizontal, desarrollando actividades que contemplen los polos de la comunicación como parte interactiva en todos los procesos que se generen y dentro de las corrientes contemporáneas de este campo y que se centra en las posibilidades del proceso de comunicación, no como una acción vertical sino horizontal y participativa.
Como experta en semiótica y siendo una de las grandes referencias del panorama español en este ámbito, ¿qué desafíos considera que afronta el “estudio de los signos” en la era de internet?
Fundamental. Ésta es otra de las áreas en las que contar con una formación suficiente sobre el mundo de los signos, sus referentes y su intersección con las construcciones simbólicas a que da lugar, deviene en algo de interés. En la Sociedad Red, o Sociedad del Conocimiento contemporánea, donde la cibercultura o, si se prefiere, la cibersemmiótica, ocupa un lugar central para la sociedad, la cual es imposible sin Internet y las tecnologías que la soportan y que han creado nuevos lenguajes que dan lugar a procesos semióticos y comunicativos. Será en este aspecto en el que el papel de la Semiótica, como ámbito que se dedica al estudio de los signos y los lenguajes de una sociedad determinada, aquí, la Sociedad Red, es de gran importancia. La Semiótica hoy es una disciplina que se ocupa de la formalización, significación y análisis de todo aquello que acontece en el espacio que consideramos no solo como lo Real sino, también, en la llamada realidad virtual. Sería el lugar de la cibersemiótica ya indicada.
«La semiótica nos sirve para saber distinguir los diferentes lenguajes»
La Semiótica nos sirve, por ejemplo, para saber distinguir los diferentes lenguajes, su uso e interpretación de manera formal y simbólica. También, la diferencia entre hacer saber, dar a conocer, por lo tanto, informar, o un hacer creer, persuadir o engañar (pensemos en las Fake News tan presentes a través de la Red). Este aspecto de los “haceres” es de gran importancia para cualquier estudiante, estudioso o profesional de la comunicación, porque permite descubrir no sólo lo explícito-manifiesto en un determinado discurso, sino también lo implícito. Recordamos a Roland Barthes cuando nos presenta sus sistemas de significación y planteaba que, en el sistema de la connotación, el significante es la retórica y el significado la ideología. O a Yuri Lotman cuando nos habla de la traducibilidad y las negociaciones que se han de dar en ese espacio de comunicación entre distintas personas de una misma cultura o de culturas diferentes, o a Stuart Hall y los tres tipos de lectura-decodificación que, aunque él lo aplica a la televisión, desde la semiótica, y desde una semiótica que se ocupe de la realidad virtual, resulta de interés para aplicar al eje de la comunicación establecido por Greimas entre Destinador y Destinatario.
Así, lectura dominante en la que el espectador/destinatario decodifica de manera literal la propuesta del destinador, la “lectura negociada” cuando el destinatario acepta el discurso del destinador, lo legitima pero la pone en diálogo con su acervo cultural y su contexto social específico y la “lectura por oposición” a la propuesta del destinador en la que el destinatario se opone a dicho discurso. Por lo dicho hasta el momento, la Semiótica y, sobre todo la Sociosemiótica, permite no sólo analizar los textos y discursos, sino también, da instrumentos y categorías para analizar la recepción de los mismos. Aquí podríamos seguir añadiendo a autores como Bajtin y su intertextualidad o dialogismo, a Ch. S. Peirce su Interpretamen o elemento mediador en el proceso de semiosis o significación y un largo etcétera que hace que la Semiótica y la denominada la cibersemiótica ocupe un lugar de preocupación en esta Sociedad Red. La interactividad, la hipertxtualidad y la conectividad, cambios originados por las TIC, promueve nuevas formas de producción de sentido en los individuos y grupos.
¿Qué consejo daría a los estudiantes que se preparan para desempeñarse como periodistas o profesionales de diferentes ámbitos de la comunicación?
Mucha curiosidad por saber y por documentarse sólidamente para poder dar cuenta de aquello de lo que se va a dar a conocer. No todo es divulgar, que también, sino dar a conocer, con solvencia y de manera ética, lo que acontece en el espacio de una sociedad determinada. Tomar como eje de su desempeño profesional, valores, por ejemplo, democráticos, en un mundo en el que avanzan ideologías que creíamos del pasado siglo y que dábamos por supuesto que en las sociedades democráticas habían quedado atrás, por ejemplo, el auge de la extrema derecha en muchos países de nuestro entorno y en otros continentes, el considerar que las ideologías no son necesarias ya en este momento, que están pasadas de moda. Por ello, ser conscientes de esta situación deviene de importancia fundamental. Una buena preparación en todo aquello que les hará convertirse en profesionales preparados en todos los lenguajes y técnicas que deberán emplear en el ejercicio de su profesión y una sólida formación en valores democráticos.