La dieta mediterránea: un estilo de vida que va más allá de lo que comemos

Los beneficios de la dieta mediterránea incluyen la salud individual, pero también la sostenibilidad, ya que fomenta el uso de alimentos frescos y de proximidad, alineándose con varios Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU

Plato de dieta mediterránea | Fuente: Pexels

Una dieta con múltiples beneficios…

La dieta mediterránea es uno de los estilos de vida más preciados del mundo. No trata sólo de seguir unas costumbres gastronómicas y vivir habitualmente en una zona concreta del mundo, sino que es la piedra angular de un tipo de carácter concreto que perfila la ideología tanto de la ciudadanía como de muchas empresas.

…y mundialmente reconocida

Su fama internacional viene de los patrones alimentarios, que destacan por su capacidad para promover la longevidad y prevenir enfermedades crónicas. Originaria de países como España, Italia y Grecia, se basa en un consumo elevado de frutas, verduras, legumbres, cereales integrales, aceite de oliva, pescado y frutos secos, junto con un consumo moderado de vino y lácteos. Este enfoque equilibrado y natural ha sido elogiado por la comunidad científica, incluida la UNESCO, que la declaró Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad en 2010. Para conseguir el hábito de esta dieta, es importante ser constante y consumir una serie de alimentos diariamente:

Más fácil de lo que parece

Su calidad equilibrada y la pluralidad de alimentos por los cuales se caracteriza conducen a los ciudadanos a tener una de las esperanzas de vida más altas del mundo. Los alimentos de origen vegetal son los que predominan aunque se recomienda el consumo de carne. Los alimentos ultraprocesados y las bebidas azucaradas con una frecuencia muy reducida.

Por las mañanas es cuando más nos cuesta cocinar platos elaborados y solemos apostar por comida procesada. Proponemos tres desayunos mediterráneos de fácil preparación:

La dieta mediterránea no tan sólo se limita a los conocidos platos tradicionales, ya que disponemos de muchas otras opciones con las cuales enriquecer nuestra dieta, haciéndola también más saludable. Estas fotografías, generadas con IA, muestran diez platos creativos, fáciles y saludables que se pueden elaborar utilizando únicamente alimentos propios de la dieta mediterránea. Los pasos para hacerlo también están a vuestra disposición.

Aceite de oliva: el oro líquido

El aceite de oliva virgen extra, producido principalmente en España e Italia, es la principal fuente de grasas saludables de la zona. Es rico en vitamina E y se usa de aderezo en los platos europeos desde hace siglos. La fruta, la verdura, las legumbres y los champiñones son algunos de los alimentos esenciales sobre los cuales se basa la cocina, la cual ubica en la parte más baja de su pirámide alimenticia el pan, los cereales y el arroz, fundamentales en cualquier hogar mediterráneo. El pescado, el marisco y la carne, a excepción de la roja, el consumo excesivo de la cual es perjudicial para la salud, también deben ser consumidos habitualmente, nunca de forma diaria y con moderación.

¿Deberíamos comer pescado todos los días?

Existe un debate sobre si el consumo de pescado debe ser diario o no. De cualquier forma, el pescado, el marisco y la carne (a excepción de la roja, que en exceso es perjudicial para la salud) se deben consumir habitualmente con moderación. A veces resulta difícil pensar recetas para innovar, por ello os recomendamos cinco que son fáciles y deliciosas:

Por último, y no menos importante, el agua es la bebida por excelencia en los países del norte del Mediterráneo. Aún así, el vino y la cerveza también tienen su protagonismo, especialmente en días festivos. El consumo de vino, ocasional y como acompañamiento de las comidas, también es un hábito saludable. El sur de Europa también dispone de unas condiciones climatológicas que favorecen la actividad física diaria, elemento clave para poder llevar una vida con equilibrio entre nutrición y salud.

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