La polarización de la extrema derecha en Occidente es un fenómeno que sigue creciendo. Este hecho se debe principalmente al impulso de los partidos de extrema derecha. Los partidos tradicionales han marcado en los últimos años el descontento de la población en el ámbito social, económico y cultural. Este suceso, que se produce en Europa y se extiende hasta Estados Unidos provoca consecuencias significativas para la población.
El centro de Europa, la Alemania antimigratoria
En el centro de Europa encontramos Alemania como protagonista de este gran fenómeno. Este país se considera uno de los países con mayor flujo de inmigración en los últimos años. Gracias a las políticas de integración activa, son muchas las personas que han decidido migrar en busca de una vida mejor para ellos y los suyos. Esta situación de bienestar ha experimentado un giro inesperado tras la victoria en Turingia del partido ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD). Este se ha convertido en el primer partido en esta tendencia en ganar unas elecciones desde la Segunda Guerra Mundial. Las propuestas de este partido, que incluyen políticas antimigratorias y rechazo al euro, han polarizado a una sociedad afectada por una crisis migratoria y económica.
Borja Armenguer, un español que emigró a Alemania hace cinco años nos ha coincidido una entrevista para explicar su experiencia como inmigrante. Armenguer afirma que encontró trabajo rápidamente pero lo que más le costó fue conseguir una vivienda debido a los altos precios. Económicamente el país mejorado, argumenta Borja, no obstante, destaca la frialdad social de los alemanes y su dificultad para hacer amigos locales. Percibe que muchos inmigrantes no buscan integrarse, lo que genera rechazo en parte de la población.
En cuanto a las políticas de integración, cree que las alemanas han perdido efectividad porque no todos los inmigrantes quieren adaptarse. Sobre el ascenso del partido AfD, el entrevistado opina que este se debe al descontento generado por la crisis migratoria y económica, y critica su discurso populista. Destaca que la tendencia hacia la extrema derecha es similar en Europa, aunque en Alemania tiene connotaciones más sensibles debido a su historia.
El sur europeo: Italia
En el sur de Europa, el liderazgo de Giorgia Meloni en Italia y el ascenso de VOX en España con Santiago Abascal representa claramente las estrategias exitosas de la extrema derecha. Estas se basan en los discursos nacionalistas, siendo una gran muestra de la polarización de la extrema derecha en Occidente. Meloni, con Fratelli d’Italia y su discurso conservador en cuanto a la familia, la economía y los inmigrantes ganó a la población italiana, siendo ya dos años de gobierno.
“Es el partido más ultraderechista después de Mussolini”
Antonia Mortensen, politóloga y periodista
La pandemia de la Covid-19 y los problemas socioeconómicos y sanitarios que dejó fue la gran oportunidad de los partidos de extrema derecha para capitalizar políticamente la compleja situación que enfrentaba el país. Estos fueron los primeros en señalar a M5S y al Partido Democrático por no saber afrontar esa situación. Durante este periodo de crisis sanitaria, Giorgia Meloni, enfatizando su discurso acerca de la protección de recursos, excluyendo a los inmigrantes, permitió conectar con un país frustrado como una alternativa para redirigir la situación.
Federica, licenciada en periodismo en Italia nos concede una breve entrevista en la que habla sobre la situación del país. En esta, describe un clima estable aunque protagonizado por la tensión. Menciona los pocos cambios en el empleo y la economía:
«Hay promesas por parte del gobierno, pero los cambios no son tan grandes como prometieron»
Afirma que en consecuencia de la postura anti inmigrante del gobierno, en ciudades industriales como Milán o Turín, algunos italianos se transformaron en racistas y patrióticos. Creen que los recursos que generan en estas regiones deberían permanecer allí y no ser destinados a ayudar a inmigrantes o a otras zonas menos desarrolladas del país, explica la periodista.
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España y el auge de la extrema derecha
En España, la polarización de la extrema derecha en Occidente y su aumento de apoyo se debe a una combinación de factores. Estos son el descontento con los partidos tradicionales, la inmigración, el patriotismo, la economía, la polarización o el rechazo al “wokismo”.
La separación de la sociedad española de los partidos tradicionales como el PP o el PSOE se debe a la poca resolución de problemas fundamentales por parte de estos. La inflación o las inseguridades ante tragedias como el volcán de Palma de Mallorca o la DANA en Valencia son grandes catástrofes en las que la actuación de estos partidos no ha estado a la altura. Por este motivo, la extrema derecha ha decidido presentarse al pueblo como una alternativa “antisistema”. Esta se basa en la búsqueda de soluciones directas y contundentes contra los problemas más básicos del país.
La polarización ideológica en la política española ha llevado a que una parte del electorado busque sus opciones en los extremos. En nuestro país, tanto VOX como Se Acabó la Fiesta salen beneficiados de estos movimientos estratégicos. Estos dos partidos utilizan el descontento de la población para reforzar su narrativa. En redes sociales expresan opiniones sobre las políticas actuales, definiendo a estas como ineficaces y que «no representan al pueblo español”. No obstante, estos partidos se sitúan en contra del feminismo actual y no dejan libertad de expresión, generando una espiral del silencio en contra de las actitudes tradicionales. También critican la forma de educar de los más pequeños, donde según afirman, parece que se busca pervertir a los niños e involucrarlos en el movimiento LGTBI+ antes que enseñar qué actos son correctos en el ámbito sexual.
Jordi de la Fuente, responsable intermunicipal de VOX en Barcelona y concejal de Sant Adrià del Besòs, nos explica en una entrevista cómo ve la situación de la extrema derecha. Nos da su opinión en ámbitos sociales y económicos, además de por qué cree que VOX ha crecido tanto en los últimos años. El entrevistado destaca el crecimiento sostenido de VOX, en contraste con otros partidos, y su capacidad para conectar con votantes desilusionados. Subraya la vinculación entre inmigración masiva e inseguridad, mencionando que el 75% de los detenidos en Cataluña sean de fuera del país. Además, apoya la implicación de medidas fiscales y económicas que prioricen a los españoles. Finalmente, resalta la eficacia de VOX en redes sociales. Este capta a los jóvenes y critica la Agenda 2030 como «un elemento ideológico que nos diferencia del resto».
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Estados Unidos: Donald Trump y sus políticas negacionistas
El reelegido presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, es uno de los grandes exponentes de la polarización de la extrema derecha en Occidente. Una de las principales estrategias comunicativas del republicano ha sido la dominación de la narrativa política. Sus votantes han llegado a creer muchas de las fake news difundidas para crear caos y confusión, que es donde mejor se desenvuelve políticamente.
Actualmente, Trump se apoya en la constante negación hacia el cambio climático y sus planes para conseguir la autosuficiencia energética apostando por las energías fósiles.
Otro gran interés por parte de algunos de los aliados de Trump es retirar la suspensión temporal para otorgar nuevas licencias para exportar GNL. Un informe realizado por el Department of Energy afirma que en el caso de levantar completamente las restricciones de exportación tendría una gran repercusión económica. Esta aumentaría el 30% del precio de la energía en Estados Unidos.
Donald Trump propone una deportación masiva de inmigrantes indocumentados, lo que separaría 5 millones de familias. Esta afectaría sectores como construcción, agricultura y hostelería, reduciendo el PIB de su país entre un 4,2% y 6,8%, según American Immigration Council.
Por otro lado, el presidente durante su primer mandato implementó restricciones al aborto y apoyó su regulación estatal, postura que sigue apoyando en la actualidad. En política internacional, ha generado tensiones con Groenlandia, Dinamarca y Panamá, con intenciones de control geopolítico y económico en estos territorios, lo que preocupa a la comunidad global.
Las tensiones entre Panamá y EE. UU. aumentan tras las declaraciones de Donald Trump sobre retomar el control del Canal de Panamá, incluso con medios militares, argumentando “seguridad económica”. El presidente panameño José Raúl Mulino ha reafirmado la soberanía nacional. El pueblo, que ha protestado bajo el lema “el canal es de Panamá” ha mostrado su posición ante los gobiernos. La situación está generando preocupación por las posibles consecuencias geopolíticas y económicas antes de que Trump tome la presidencia el próximo 20 de enero en 2025.
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