
El caso de Enriqueta Martí: la “vampira” de Barcelona (1912)
El caso de Enriqueta Martí, conocida como la «vampira» de Barcelona, es uno de los principales misterios de la ciudad condal del siglo XX. La historia de la llamada “Vampira de Barcelona” se inspira en una serie de crímenes presuntamente cometidos por Martí, que incluían asesinatos de niños, explotación sexual y prácticas alquímicas. Sin embargo, el caso está rodeado de controversia, y muchos detalles de los hechos siguen siendo objeto de debate. Medios de comunicación como National Geographic, La Vanguardia o el ABC han informado a lo largo del tiempo sobre sus historias, las cuales se encuentran entre realidad y mito.
En 1912, la desaparición de una niña llamada Teresita Guitart desató una serie de investigaciones que llevaron a la policía hasta la casa de Enriqueta Martí, ubicada en la calle Poniente. Fue entonces cuando se desveló un panorama escalofriante. En su hogar se encontraron a varias niñas en condiciones alarmantes, junto con restos óseos humanos, tarros con sangre coagulada, cabellos y otros elementos que sugirieron la posibilidad de que Martí estuviera involucrada en prácticas rituales o ocultismo.


A partir de este descubrimiento, la prensa barcelonesa se volcó en el caso, apodando a Enriqueta Martí como la «vampira de la calle Poniente», un título que perduraría como parte de la leyenda urbana de la ciudad. Sin embargo, a pesar de la magnitud del escándalo, la figura de Enriqueta Martí y los detalles de su historia continúan siendo enigmáticos, entrelazando hechos documentados con relatos sensacionalistas y mitos populares. Por ende, se desata la investigación sobre uno de los casos modernos con más contradicciones. Pues no siempre la información vinculada es lo suficientemente fiable.

La figura de Enriqueta Martí: de niñera a sospechosa de crímenes
Enriqueta Martí nació en 1868 en Sant Feliu de Llobregat, y desde joven se trasladó a Barcelona, donde comenzó a trabajar como niñera. Con el tiempo, su vida tomó un giro oscuro cuando se dedicó a la prostitución. En su convivencia con el pintor Joan Pujaló, vivían de la caridad, vendiendo antigüedades y, eventualmente, estableciendo una herboristería en la que Enriqueta se hacía pasar por una curandera.


Su vida oscilaba entre la pobreza extrema y la búsqueda de una vida más lujosa. Durante el día, Enriqueta se disfrazaba de mendiga y pedía limosna, mientras que por la noche se vestía con ropas lujosas, actuando como comadrona o incluso como señora de la alta sociedad. Esta doble vida fue un factor que alimentó el misterio que rodeaba su figura.
A medida que pasaron los años, Enriqueta Martí se relacionó con los ambientes más oscuros de la ciudad, especialmente en el barrio del Raval, donde se decía que captaba a niños en situación de vulnerabilidad para explotarlos sexualmente. Su vida en la oscuridad, marcada por el contacto con los bajos fondos y los rumores sobre sus actividades extrañas, construyeron una imagen aún más sombría de ella.


En 1912, la desaparición de Teresita Guitart y otros niños en Barcelona llevó a una investigación que destapó la relación de Enriqueta con el caso. El 27 de febrero de 1912, la policía la detuvo en su casa de la calle Poniente, donde se descubrieron elementos que sugerían prácticas rituales y macabras.
La leyenda y el mito: la «vampira de Barcelona»
El caso se convirtió rápidamente en un tema de interés en los periódicos, que, alimentando el morbo y la fascinación pública, comenzaron a denominar a Enriqueta Martí como la «vampira de Barcelona». Se la acusó de asesinar a niños y de llevar a cabo ritos ocultos, lo que consolidó su imagen como una figura siniestra. Sin embargo, a pesar de las pruebas encontradas en su casa, la investigación nunca llegó a esclarecer completamente el caso, y muchos detalles de la acusación parecen ser producto de una exageración mediática.

A lo largo de los años, algunos historiadores y periodistas han cuestionado la veracidad de la versión oficial, sugiriendo que Enriqueta Martí pudo haber sido víctima de una histeria colectiva o de un montaje mediático. Según estas voces, las pruebas eran escasas o poco concluyentes, y la figura de Enriqueta podría haber sido manipulada para satisfacer el morbo de una sociedad que necesitaba un chivo expiatorio para sus miedos y prejuicios.


La figura de Enriqueta se desdibujó entre los relatos de terror, los rumores y las versiones contradictorias. El supuesto conocimiento de alquimia y remedios caseros de Enriqueta, en una época marcada por el miedo y la ignorancia, pudo haber contribuido a su demonización como una mujer peligrosa, capaz de utilizar rituales oscuros para obtener poder o riquezas.
La muerte de Enriqueta Martí y su legado
Enriqueta Martí fue arrestada y encarcelada en la prisión de mujeres de Barcelona en 1912. Según Rac1, la causa de su muerte fue un cáncer de útero. Su historia nunca ha dejado de capturar la imaginación de la gente, y su figura se ha convertido en parte de los mitos urbanos de la ciudad.


La leyenda de la vampira de Barcelona sigue siendo un tema de debate. A pesar de los años que han pasado desde su muerte, la figura de Enriqueta Martí se ha transformado en un símbolo de la oscuridad, los miedos y las contradicciones de la sociedad modernista de principios de siglo. A través de los años, la historia de Enriqueta ha sido objeto de numerosas investigaciones y relatos, y su imagen oscura sigue fascinando tanto a académicos como al público en general. ¿Fue realmente una asesina despiadada, o fue víctima de una sociedad que la demonizó? La respuesta permanece sin resolver, y su historia continúa siendo un enigma de la Barcelona oculta.





