Radiografía europea: los países con más obesidad en adultos

Ilenia Tesolin, Angela Morrone, Alvaro Zamalloa, María Teles y Marta Rodriguez

La Organización Mundial de la Salut (OMS) define la obesidad como una cantidad anormal o excesiva de grasa acumulada que es un riesgo para la salud. Es una enfermedad crónica que se define por la acumulación excesiva del tejido adiposo almacenada en forma de grasa corporal. Esta enfermedad es el quinto factor principal de riesgo de fallecimiento en el mundo, es más, cada año, fallecen por lo menos 2,8 millones de personas adultas como consecuencia de la obesidad. Es preocupante que sean millones las personas afectadas por ella.

Para determinar si se padece obesidad se usa el Índice de Masa Corporal (IMC), el cual es el método más utilizado y consiste en dividir el peso, expresado en kilos, entre la estatura, en metros, elevada al cuadrado (kg/m2). Para los adultos, la obesidad representa un IMC de 30 o superior.

Según datos de la World Health Organization (WHO), una de cada seis personas mayores de 18 años padece de obesidad. Es una preocupación mundial en la que hace falta implicación institucional. Según la WHO, el listado de los países europeos con más personas adultas que se consideran obesas está encabezado por Turquía, con un 32.1% de la población adulta afectada. Le sigue Malta con un 28.9%, Reino Unido con un 27.8% y Hungría y Lituania con un 26.4% y un 26.3% respectivamente. 

Los últimos datos presentados por la OMS muestran que en Europa el 59% de los adultos presentan obesidad y en los niños es más preocupante debido a que presenta un 8% de obesidad antes de cumplir solo 5 años, esto hace que desde la infancia se incremente el riesgo de padecer enfermedades derivadas a causa de ella en la edad adulta. 

Hay muchos factores que llevan al desarrollo de esta enfermedad; puede ser más físico, como un estilo de vida sedentario y con poca actividad, una dieta desequilibrada o con malos hábitos y los cambios tecnológicos, pero también inciden otros agentes como los cambios sociales y otros de más personales como la depresión y el estrés

Además, la pandemia de COVID-19 puede haber empeorado la situación. De hecho, datos preliminares sugieren que en este periodo las personas han tenido una mayor exposición a factores de riesgo de obesidad, incluido un aumento del sedentarismo y el consumo de alimentos poco saludables.

Artículo anteriorUn Haaland de rècord
Artículo siguienteCATALUÑA, TERRITORIO DE CRÍMENES MEDIÁTICOS