Partida y regreso: la vuelta a la Tierra de Magallanes y Elcano

Adrià Garnica, Andrea Fajardo, David Muñoz, Claudia Menino y Raquel Merino

Imagen extraída de www.history.com

La expedición comandada por Fernando Magallanes partió de Sevilla el 10 de agosto de 1519 y regresó el 8 de septiembre de 1522

Un 10 de agosto de 1519 salieron de la capital de Andalucía cinco barcos dispuestos a abrir nuevas rutas comerciales. Tras obtener el beneplácito de Carlos I, deseoso de reclamar las Molucas como parte del territorio español, con la única exigencia de que la expedición no entrara en conflicto con las tribus locales y que repartieran los beneficios y las tierras que se descubrieran. Al mando de las naves y de casi 250 marineros se encontraba Fernando Magallanes, un expedicionario portugués con experiencia suficiente para embarcarse en esa aventura.

Los navíos se abastecieron con alimentos para unos dos años, pues no se esperaba que el viaje durara mucho más. Tampoco que descubrirían todo lo que descubrieron en esa aventura. Una vez salieron de Sevilla, estuvieron 10 días en Sanlúcar de Barrameda, acabando de preparar el viaje, antes de partir definitivamente hacia lo desconocido.

A la travesía no le faltaron las disputas por el poder que tanto daño han hecho a lo largo de la historia. Magallanes relevó de su posición a su segundo al mando, Juan de Cartagena; quien, además, era su sobrino. Esto provocó el motín del 1 de abril de 1520, donde los capitanes de las otras naves se aliaron con Cartagena para requerir a Magallanes que llevara a cabo sus peticiones. Magallanes, que contaba con el apoyo de la mayoría de tripulantes, mandó descuartizar los cadáveres de Luis de Mendoza y Gaspar de Quesada. No tuvo suficiente fuerza para condenar a muerte a Cartagena y a Sánchez Reina, un clérigo de la tripulación y los abandonó a su suerte en una isla desierta. Al resto de tripulantes adeptos al motín no los ejecutó, probablemente porque no se podía permitir prescindir de tanta tripulación.

Pocos días después, en Santa Cruz, se perdió la primera nave, Santiago. Tras varias discusiones entre quienes requerían a Magallanes volver a reaprovisionarse -a lo que este no accedió- desertó la segunda nave, el San Antonio.

Durante poco más de tres meses de un arduo viaje por el océano Pacífico, la tripulación empezó a murmurar que Magallanes llevaba perdido bastante tiempo. Cuando consiguieron llegar a tierra, Magallanes fue asesinado por el líder de una de las tribus que allí se hallaban, en un intento del portugués por establecer alianzas para España y Carlos I. Su error fue subestimar la capacidad de estas tribus de defenderse. Allí, los marineros del navío Concepción prefieren quemarlo a verlo en manos de los enemigos.

Tras esto, el capitán de una de las tres naves restantes, Juan Sebastián Elcano asciende a capitán del navío Victoria y líder de la expedición. Este se encontró en la tesitura de tener que regresar a España con lo que quedaba de tripulación, pues la nave restante, el Trinidad, tuvo que partir hacia Panamá para su reparación.

Elcano consiguió regresar a España, tras atravesar el océano Índico y bordear África, completando así la primera vuelta a la Tierra y acabando el viaje que Fernando Magallanes empezó. Llegó a Sanlúcar de Barrameda, para la algarabía de los tripulantes -ya llamados supervivientes-, un 8 de septiembre de 1522. Tan solo 18 supervivientes y una nave, de 243 tripulantes y cinco barcos.

Esta circunvalación del planeta Tierra llevada a cabo por Magallanes y Elcano, permitió confirmar una de las teorías más polémicas de la época: que la Tierra era esférica. También se confirmó que el diámetro de la Tierra era muchísimo mayor de lo que se pensaba, así como el descubrimiento del inmenso océano Pacífico y la apertura de nuevas rutas de comercio globalizadas.

A continuación se adjunta un mapa interactivo muy intuitivo para comprender de manera visual la odisea que vivieron Magallanes, Elcano y su tripulación a bordo de las cinco naves.

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