
Un robo relámpago sacude el Louvre y pone en jaque al patrimonio histórico francés
El pasado domingo 19 de octubre se realizó uno de los mayores robos del siglo en el Museo del Louvre, en París. Algunos dirían que está a la altura de una película protagonizada por Tom Cruise, pero se trata de una banda criminal bien organizada que necesitó de tan solo 7 minutos y una escalera extensible para hacerse con las joyas valoradas en 100 millones de dólares.
Los cuatro asaltantes emplearon un camión con plataforma elevadora junto a la fachada del Sena para alcanzar un balcón del primer piso de la Galerie d’Apollon y forzaron una ventana. Una vez dentro, cortaron las vitrinas con herramientas eléctricas y, aunque las alarmas se activaron, solo cuatro minutos dentro del edificio fueron necesarios. A pesar de ser considerado uno de los museos más seguros del mundo, el Louvre ha quedado en evidencia. Las investigaciones de la policía apuntan a una sorprendente falta de control en los sistemas de vigilancia: cámaras fuera de servicio y apuntando en ángulos muertos, sensores obsoletos y un número reducido de guardias. Además, la misma directora del museo Laurence des Cars en una rueda de prensa el miércoles admitió que uno de los puntos más débiles del Louvre era la protección perimetral del recinto.
¿Por qué se robaron esas joyas y no otras?
Entre las piezas sustraídas figuran; un collar y unos pendientes de esmeraldas pertenecientes al conjunto de la emperatriz Marie Louise, esposa de Napoleón, que datan de comienzos del siglo XIX. Una diadema y un broche de la emperatriz Eugénie de Montijo, esposa de Napoleón III, que incorporan miles de diamantes y esmeraldas, además de elementos simbólicos de la monarquía francesa. Por último, un collar de zafiros perteneciente a la reina Marie-Amélie y a la reina Hortense de Beauharnais. Todo apunta a que fue un encargo porque dejaron intactas otras piezas de enorme valor como el diamante “Regent”.
El robo del Louvre recuerda que algunas joyas no solo tienen valor histórico, sino también cifras astronómicas en el mercado internacional. Para entender la magnitud de su valor, este mapa interactivo muestra las 10 joyas más caras del mundo, incluyendo piezas que han pertenecido a reyes, emperadores y personas de altos cargos sociales.
La policía logra las primeras piezas del rompecabezas
Después de una semana de incertidumbre, las autoridades francesas confirmaron ayer la detención de dos sospechosos vinculados al robo de joyas. La Brigada de Represión del Crimen Organizado de París fueron los autores de las detenciones, la primera de ellas ocurrió en el aeropuerto Roissy-Charles de Gaulle a las 22:00 horas cuando el sospechoso presuntamente intentaba huir a Argelia para eludir la justicia francesa. Poco después, la BRB interceptaba al otro presunto sospechoso en Seine-Saint Denis, según avanza el diario galo Le Parisien. La BRB llevaba un exhaustivo seguimiento a los dos sospechosos, esperando que les llevasen al lugar donde estaban escondidas las joyas, los otros ladrones y, además, a un posible trabajador del Louvre, del cual consideran casi segura y necesaria su participación para poder perpetrar el robo. Los dos hombres detenidos son ladrones de joyerías con experiencia ya reconocidos por las autoridades francesas.
Aunque la filtración de la información no ha sido del agrado de la fiscal Laure Beccuau, la cual ha emitido un duro comunicado en contra de la publicación de los avances de la investigación, que se encontraba en secreto de sumario, «Lamento profundamente la difusión precipitada de la noticia, que perjudicará la búsqueda tanto de las joyas como de los demás delincuentes».
En cuanto al presidente Emmanuel Macron, en un tweet calificó el robo como “un ataque a un patrimonio que valoramos porque es nuestra Historia” y afirmó que los asaltantes serán llevados a la justicia. Recordemos que el Louvre ha sido objeto de robos e intentos de robo más de una vez. El más célebre tuvo lugar en 1911 cuando la Mona Lisa, famoso cuadro pintado por Leonardo da Vinci, desapareció de su marco.
«Esto es un ataque a un patrimonio que valoramos porque es nuestra Historia»
Emmanuel Macron
Este robo no solo ha dejado al descubierto vulnerabilidades sorprendentes en la seguridad de uno de los museos más emblemáticos del mundo, sino que también subraya la fragilidad del patrimonio cultural frente a la ambición humana. Las joyas sustraídas no son meros objetos de lujo: son testigos de la historia francesa, símbolos de poder y elegancia que han sobrevivido siglos. Recuperar estas piezas no es solo una cuestión de dinero, sino de preservar la memoria y el legado cultural que representan.
Vídeo pillados «in fraganti»




