Hoy hablamos con el equipo que ha creado el proyecto Technolita – entre ellos, Juanjo Conejo, ex-alumno de la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la UAB- una iniciativa educativa basada en cuentos infantiles animados que tiene el fin de dar a conocer a los más pequeños los objetivos del Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030, así como sensibilizar a la sociedad de la importancia de la educación medioambiental.
¿Qué os mueve a ti y a tu equipo para decidir abordar un proyecto como éste, centrado en la agenda 2030? (responde Juanjo Conejo, creador y director general del proyecto)
Durante el 4º curso del Grado en Periodismo de la UAB (Universidad Autónoma de Barcelona), en la asignatura “Comunicación, Cooperación y Desarrollo”, descubrí la Agenda 2030 y sus 17 ODS (Objetivos de Desarrollo Sostenible). Me quedé asombrado de que no hubiera conocido antes algo tan trascendental para la sociedad. Entrevisté a ciudadanos de todos los niveles formativos para saber si yo era el único que tenía tanto desconocimiento. El resultado de esas entrevistas fue muy negativo, casi nadie sabía de qué se trataba, y solo algunos habían oído alguna vez el concepto Agenda 2030, pero no sabían explicarme qué era. ¿Cómo solucionarlo?
Los medios de comunicación informan, pero no educan. La alfabetización mediática está pobremente desarrollada en la televisión, la cual está más volcada en programas que tengan éxito de audiencia. Pensé que lo mejor era solucionarlo desde la raíz, es decir, desde la Educación Primaria. De esta forma, las siguientes generaciones tendían conocimiento de los 17 ODS desde la infancia y, en un futuro, TODOS sabrían exactamente qué es la Agenda 2030. Nosotros hemos aportado nuestro grano de arena para que los objetivos de la Agenda 2030 sean una realidad, poniendo al alcance de la sociedad esta herramienta educativa. Pero esto es insuficiente, ahora que el proyecto ya está terminado necesitamos el apoyo de las instituciones públicas y privadas.
«el mayor hándicap al que nos enfrentamos es a la falta de concienciación medioambiental»
Describís vuestro proyecto como pionero. ¿Evidencia esta originalidad la falta de compromiso y movilización por parte de los distintos sectores de la sociedad en el accionar de las medidas de la agenda? Y más teniendo en cuenta que el Secretario General de la ONU hizo un llamamiento a la movilización… (responde Isamar Cabeza, directora creativa del proyecto)
Digamos que no se le está prestando la atención necesaria. Es cierto que el primer paso fue definir los 17 objetivos, eso fue el pistoletazo de salida y la agenda nos marca las pautas a seguir, pero ahora queda el trabajo duro. En todo proyecto que nos propongamos en nuestra vida existen fases que, de no seguirlas, posiblemente, no lleguen a realizarse, es decir, tenemos la ilusión, lo planeamos y tenemos la voluntad de hacerlo, pero si no hay continuidad y perseverancia no se va a materializar. Así lo vemos nosotros, debemos trabajar en este proyecto tan importante para la vida del planeta y por ende para la nuestra propia, obviamente.
Hay que decir que el mayor hándicap al que nos enfrentamos es a la falta de concienciación medioambiental, ese es el duro hueso al que nos enfrentamos para que el mensaje que nuestros cuentos transmiten cale hondo y de una vez empecemos a trabajar todos juntos, codo con codo por la recuperación del planeta. Es justo añadir que vivimos una época muy convulsa, de exceso de información, que lejos de informar aturde. En general, nos hemos vuelto inmunes, desconfiados y apáticos, a causa precisamente de tanta información contradictoria y es por ello que tenemos que marcar un alto en el camino para detenernos y observar con objetividad lo que está ocurriendo a nuestro alrededor fuera de las redes sociales.
En vuestro dossier de presentación recalcáis que la información medioambiental es insuficiente ¿tienen los medios parte de responsabilidad en esta poca concienciación ambiental que existe a nivel general? (responde Alexandra Conejo, directora ejecutiva del proyecto)
Cuando nos encontramos frente a un problema de la talla que sea siempre es necesario valorar todas las partes responsables que lo han hecho detonar. Este caso no es la excepción.
Está claro que los medios de comunicación tienen una parte de responsabilidad, y además muy elevada, en la falta de concienciación ambiental. Pero que los medios no se hayan manifestado con la fuerza que cabría esperar también es resultado del poco interés que la población en general demuestra tener sobre los diferentes asuntos que la Agenda 2030 plantea tener en urgente consideración. Es cierto que los medios de comunicación suelen obviar bastante información sobre los efectos nocivos de la contaminación atmosférica, así como de otros escenarios dañinos para la preservación de la vida armónica en sociedad. Sin embargo, de nada serviría comenzar a hacer hincapié sobre todos estos problemas si previamente no se ha hecho un esfuerzo por concienciar a la población de la importancia de que se involucre y se preocupe de forma honesta y activa.
De ahí la extrema importancia este proyecto para concienciar desde la raíz del valor esencial de proteger y rescatar nuestro hogar. Una vez trabajado esto, sí que tendrá cabida una mayor transparencia de datos e información sobre la realidad del panorama porque todos nos mostraremos más sensibles y dispuestos a escuchar.
«la Facultad de Comunicación de la UAB es la única de España que liga el medio ambiente a una asignatura: Periodismo Medioambiental y de viajes”
Esta falta de información en los medios nos lleva a reflexionar sobre el periodismo comprometido con el medioambiente, ¿qué papel deberían jugar las universidades en relación al periodismo medioambiental? ¿se implican lo suficiente en preparar a periodistas especializados en medioambiente? (responde Juanjo Conejo, creador y director general del proyecto)
Si la información de la que dispongo está actualizada lo suficiente, la Facultad de Comunicación de la UAB es la única de España que liga el medio ambiente a una asignatura: “Periodismo Medioambiental y de viajes”. Esto es insuficiente. ¿Por qué no vincular el medioambiente a todas las asignaturas de periodismo? Si el periodismo persigue la actualidad, ¿qué actualidad más importante que aquella que nos afecta a todos por igual? Si el periodismo es denuncia, ¿por qué no levanta el periodismo una bandera a favor de los 17 ODS? El medioambiente como especialidad del periodismo no existe en la actualidad y, sin embargo, sí lo es el deporte o la economía, por ejemplo.
Sin lugar a dudas, se hace cada vez más necesario la existencia de periodistas especializados en medioambiente, que ofrecieran no solo información, sino formación y sensibilización. Esta labor de concienciación debería recaer en los profesionales del periodismo, ser la voz de los que no tienen voz en este tema, no como profetas apocalípticos, sino como denunciantes de los atentados contra nuestro planeta. El periodismo se basa en hechos y en fuentes contrastables y, desde luego, existen los hechos y las fuentes. Abogo por una asignatura medioambiental en todas las facultades de comunicación y periodismo de España y, no solo eso, por la existencia de un máster oficial de especialización sobre este tema, que permitiera el acceso al doctorado, a la investigación en este campo.
Vuestro proyecto, que consta de 17 cuentos infantiles, va dirigido especialmente a niños de Educación Primaria ¿por qué decidisteis centraros en este rango de edad? ¿Encontráis una falta de educación y sensibilización en las aulas? (responde Isamar Cabeza, directora creativa del proyecto)
El hecho de dirigirnos a niños de edad comprendida entre los 8/9 años es, aparte de porque ya son lo suficientemente maduros para entender las situaciones que planteamos en cada cuento, porque aún son capaces de absorber con rapidez y profundidad los mensajes externos que le llegan. Son ellos los que en un futuro no muy lejano gobernarán el mundo y son ellos justamente los que deben tomar conciencia de los problemas a los que nos enfrentamos hoy día. Para un niño no hay imposibles, cree en sus sueños, su mente aún es moldeable, flexible y empatiza rápidamente con su entorno, cualidades básicas que el adulto, desgraciadamente, pierde por el camino. Toda información o conocimiento que les llegue en este tramo de edad va a definir su personalidad, aunque sobra decir, que las creencias infundadas o con malicia caen por su propio peso, ya que somos capaces de discernir entre lo que es beneficioso o simple manipulación perniciosa.
Respecto a la segunda pregunta, es justo reconocer que el sistema educativo recoge esta preocupación por el medio ambiente y se le dedica un espacio a hacer actividades, pero también es cierto que hay que dedicarle más tiempo y tratar la materia como una prioridad. Salvar el planeta, hacer que todo el mundo se conciencie de la extrema importancia que es para nosotros la salud de nuestros ecosistemas, debería ser tomada como una asignatura prioritaria, tanto o más que las mates o la lengua. Estamos hablando de supervivencia y no tenemos mucho tiempo que perder.
¿Contempláis que en vuestro proyecto educativo los padres desempeñen un papel activo? (responde Juanjo Conejo, creador y director general del proyecto)
El proyecto no solo está pensado para que funcione como material escolar en las aulas de Educación Primaria, sino para que los padres o madres, en el ámbito del hogar, lean estos cuentos a sus hijos como refuerzo escolar. De esta manera, no solo los alumnos refuerzan lo aprendido en clase, sino que, de una forma indirecta, los padres y madres también aprenden acerca de la Agenda 2030 y sus 17 ODS.
Que los niños tomen concienciación sobre un tema que afecta a todos, no es únicamente labor y responsabilidad de los centros de educación, también debería recaer este compromiso trascendental sobre padres y madres. Solo hay un planeta, y será el futuro hogar de los hijos a los que amamos. Por tanto, ¿no es una forma de amarlos enseñarles a que cuiden un planeta que no es intercambiable como un juguete?
«Tan solo han bastado tres meses de confinamiento para que océanos y bosques hayan podido florecer de nuevo»
Hemos visto como a raíz del confinamiento de gran parte de la población mundial la naturaleza se ha regenerado. ¿creéis que esto puede ayudar en cierta medida a concienciar a la sociedad y a los gobiernos de la importancia de lograr los objetivos de la agenda 2030? (responde Alexandra Conejo, directora ejecutiva del proyecto)
Totalmente. A diferencia de lo que muchos podrían pensar, a raíz del contexto económico y social que nos rodea debido a la pandemia, este es un momento óptimo para la implementación de este proyecto.
A pesar de la gran crisis que ha ocasionado el Covid-19 a diferentes escalas, un aprendizaje positivo que ha hecho mella en nuestras conciencias es la capacidad que tiene la naturaleza de brillar y resplandecer fuera de nuestro dominio. Tan solo han bastado tres meses de confinamiento para que océanos y bosques hayan podido florecer de nuevo. ¡Incluso hemos podido observar a diferentes animales salvajes paseando por ciudades! Esto no es más que un fiel reflejo de una cruda realidad: nuestras formas de vida poco sostenibles amenazan con aniquilar nuestro planeta tierra. Esto no es una novedad, hace años que existen datos sobre las huellas que ha dejado la contaminación y las deforestaciones varias, pero este duro escenario nos ha obligado a ser testigos de primera mano del impacto real que tiene nuestra forma de vida y lo fácil que es realmente cambiar esta ardua situación insostenible.
Si en tan pocos meses hemos podido volver a ver peces nadando por los canales de Venecia, ¿qué se podría lograr en años de concienciación y trabajo en equipo? Este es el mejor momento para empezar a luchar por un cambio, tenemos todos los medios a nuestro alcance y ya es tarde para cerrar nuestros corazones a una verdad irrefutable porque la hemos visto con nuestros propios ojos. Ahora nuestro deber es actuar.
«El propósito es que los objetivos de la Agenda 2030 lleguen a todo el mundo»
Habláis de actualizar el proyecto para futuras agendas, pero, ¿os planteáis también trasladar o adaptar el proyecto a otros niveles educativos? (responde Isamar Cabeza, directora creativa del proyecto)
Por supuesto, es más, el propósito es que los objetivos de la agenda 2030 lleguen a todo el mundo. La cuestión es, y también nuestra esperanza, que aprendamos unos de otros y que consigamos estar unidos en esto, como en todo, pues solo de la unión nace la fuerza como ya se sabe. Los niños son nuestros grandes maestros, debemos aprender de su manera de ver las cosas, de su sencillez a la hora de tratar la resolución de problemas enfocados tan solo en arreglar sin más pretensiones. A mayor edad, mayor trabajo tendremos que hacer con ellos, pues cada vez la personalidad (forjada muchas veces por creencias limitantes, heredadas y tóxicas), está más formada y más hermética y cuesta mucho más hacerles ver la necesidad de un cambio radical.
Por tanto, El proyecto se irá adaptando según la edad a la que nos enfoquemos, no puede tener la misma forma para nuestros peques que para chicos de la ESO, obviamente se debe adaptar a la edad y a sus gustos.
Nuestra creatividad vuela en este proyecto, nos ilusiona mucho e incluso tenemos en mente darle forma física a Technolita, nuestro robot, crear un juguete interactivo que sea la mejor herramienta de aprendizaje para nuestros niños y niñas. Aprender jugando, unir emociones y conocimientos es la mejor manera de asegurar un aprendizaje exitoso.