El país árabe blanquea su imagen y la falta de derechos humanos a través de la celebración de la vigésimo segunda edición de la Copa del Mundo
El próximo 20 de noviembre vuelve a rodar el balón, vuelve el fútbol de selecciones y 32 equipos lucharán por levantar el trofeo más deseado. Catar acoge la vigésimo segunda edición del Mundial de Fútbol, que se extenderá hasta el 18 de diciembre. Es la primera vez que esta competición se traslada a un país árabe, que, además, no tiene tradición futbolística. El país, de apenas 3 millones de habitantes, acogerá a los 32 participantes y a una marea de aficionados que deberán hospedarse en alta mar por la falta de plazas hoteleras.
Más de 6.500 muertos
Por desgracia, este evento trasciende de lo estrictamente deportivo por la falta de derechos de la sede catarí, especialmente hacia las personas del colectivo LGTBI, las mujeres y los inmigrantes. Además, según The Guardian, desde 2010, al designarse la sede, al menos 6.500 trabajadores inmigrantes han muerto por culpa de la explotación laboral sufrida en la construcción de los ocho estadios habilitados para la competición y repartidos entre cinco ciudades: Doha, Al Rayyan, Al-Khor, Lusail y Al-Wakrah. Las víctimas procedían principalmente de India, Pakistán, Nepal, Bangladesh y Sri Lanka, y el periódico británico asegura que la media de muertes asciende a 12 trabajadores por semana, la mayoría de los cuales tenían entre 30 y 40 años.
Las condiciones laborales son la causa principal de estas cifras, ya que los trabajadores han tenido que soportar jornadas interminables, sin apenas días de descanso, bajo temperaturas de hasta 50º, con escasas medidas de seguridad y con amenazas de expulsión del país si no cumplían con su trabajo. El sistema kafala, un método de explotación laboral utilizado en muchos países árabes, ha sido la norma mediante la cual las empresas han confiscado el pasaporte a los trabajadores, sin posibilidad de cambiar su posición ni de reclamar unas mínimas condiciones a través de sindicatos. Irónicamente, este término, kafala, significa “garantías” en árabe.
Derechos LGBI y mujeres
La pérdida humana y la reacción pasiva ante ella no es el único escándalo de un país en el cual la homosexualidad está penada por ley. Así lo declaraba en 2021 el presidente del comité organizador, Nasser Al-Khater: «La homosexualidad no está permitida a Qatar. Las demostraciones públicas de afecto están mal vistas y eso se aplica a todos. Vendrán a Qatar como aficionados y asistentes a un torneo de fútbol y podrán hacer lo que haría cualquier otro ser humano». De hecho, las personas que exhiban una bandera arcoiris durante el Mundial, se enfrentan a una pena de entre 7 y 11 años de cárcel, tal y como hizo constancia de ello la organización en tono amenazante. También se prohíben las relaciones extramatrimoniales durante la fecha señalada.
Ser mujer tampoco es una opción en Catar. La discriminación al sexo femenino está penada por ley en muchos casos. ¿Un claro ejemplo? Las menores de 25 años deben tener permiso de un tutor para salir de casa, viajar al extranjero o firmar un contrato laboral. Por tanto, dependen absolutamente de la figura masculina.
Reacciones
‘Amnistía Internacional’ denuncia la situación y en especial la falta de reacción de la FIFA ante un país donde los derechos son un mero espejismo. El gobierno blanquea su imagen ante un mundo egoísta que antepone la pasión deportiva a cualquier razón. Ante esto, el mundo del fútbol ha mostrado sus dos caras. Por una parte, el entrenador del Liverpool, Jürgen Klopp denunció la explotación laboral.
«Ha habido muchas oportunidades de denunciarlo desde la concesión del Mundial, Pero mucha gente ha ganado dinero por razones equivocadas«
Jürgen Klopp. entrenador del Liverpool
Por otro lado, algunas federaciones nacionales se han alzado a favor del colectivo y lucirán un brazalete especial, con la bandera arcoíris y el lema ‘One Love’.
Historia del Mundial
La Copa Mundial de Fútbol es el principal torneo internacional masculino de este deporte en el ámbito de selecciones en todo el planeta. El primer evento de este tipo se celebró en 1930 en Uruguay, y contó con siete países participantes. Jules Rimet, el entonces presidente de la FIFA, había pensado unos años antes en organizar una competición independiente a los Juegos Olímpicos, algo que se formalizó en 1928 en Amsterdam, después de tres convenciones celebradas en Barcelona, Zúrich y Ginebra.
Desde entonces, la competición se ha celebrado cada cuatro años, a excepción de 1942 y 1946, con motivo de la Segunda Guerra Mundial. El evento cuenta con dos fases diferenciadas, una clasificatoria en la que participan alrededor de 200 selecciones nacionales y una fase final que se realiza en una sede definida. España participó por primera vez en un Mundial en el año 1934, celebrado en Italia. Ha disputado quince torneos, siendo anfitriona en 1982, y consiguiendo el título en 2010.