Tal día como hoy, 91 años atrás, el más temido capo de la mafia Alphonse Gabriel Capone, más conocido como Al Capone o Scarface, fue condenado a 11 años de prisión y una multa de 50.000 dólares por evasión de impuestos. El 24 de octubre de 1931, un tribunal de Estados Unidos atrapaba al mafioso a causa de irregularidades fiscales, obviando los numerosos asesinatos que había cometido durante su liderazgo en el mundo del crimen organizado.
LA HISTORIA DE UN LÍDER
Nacido en Nueva York, descendiente de inmigrantes italianos, se inicia en el crimen organizado prematuramente, a la edad de 14 años. Según National Geographic, da sus primeros pasos en la banda Chicago Outfit, liderada por Big Jim Colosimo. En enero de 1920, con la entrada en vigor de la ley seca y el asesinato de Colosimo, Johnny Torrio toma el control de la organización y Al Capone se convierte en su mano derecha. Cinco años más tarde, con el retiro de Torrio, Scarface se adueña de la banda y, con ella, del hampa de Chicago. En 1929, Al Capone entra en la lista de los más buscados de Estados Unidos tras la Masacre de San Valentín, la noche en la que ejecutó a su competencia. En las calles de Chicago ya no son bien recibidos, son vistos como verdaderos delincuentes. Liderando así el mundo del crimen organizado hasta 1931.
CONDENADO POR UN TRIBUNAL DE HACIENDA
A pesar de todos los crímenes cometidos por Al Capone, fue una ley tributaria de 1927 la que acabó metiéndolo en prisión, siguiendo el modelo de condena de Sullivan, el primer contrabandista juzgado por delitos fiscales. El texto legal de la norma, aprobada por el Tribunal Supremo de EE.UU., imponía a los contrabandistas y a los mafiosos un impuesto con el que declarar los ingresos obtenidos a través de sus actividades ilícitas. Según el reportaje de Muy Historia, el grupo de “Los Intocables”, once agentes del Tesoro estadounidenses liderados por Eliot Ness fueron los responsables de dar caza a Al Capone y a sus irregularidades fiscales. Sin embargo, el mérito del juicio contra el capo fue de Frank J. Wilson, el inspector que encontró unos recibos irregulares de Capone relacionados con el juego ilegal y la evasión de impuestos. Fueron estos papeles los que permitieron la detención de uno de los capos más importantes del mundo del crimen organizado y la condena de Al Capone a once años de prisión y una multa de 50.000 euros.
EL PRINCIPIO DEL FIN: «JESÚS MÍO, TEN COMPASIÓN”
El gobierno estadounidense consiguió, después de años de esfuerzo, meter a Scarface en prisión, a pesar de no ser a causa de los atroces crímenes cometidos por el capo y su banda. Según National Geographic, Al Capone acabó cumpliendo condena en 1932 en una prisión de Atlanta. Sin embargo, el mafioso continuó controlando sus negocios desde el centro penitenciario. La imposibilidad de frenar las actividades de Capone por parte de las autoridades de la prisión desembocó en el traslado del criminal a la prisión de la Isla de Alcatraz en 1934, donde pasó sus últimos años de condena, incomunicado e inhabilitado.
Su etapa en prisión acabó determinando el declive de su imperio, pues una creciente demencia provocada por una neurosífilis que contrajo en su juventud mermó muy intensamente sus capacidades, según un artículo de La Información. De hecho, ni siquiera cumplió los años de condena, puesto que fue internado en el hospital de la prisión y acabó obteniendo la libertad condicional en 1939 para pasar sus últimos años en su residencia de Palm Island, en Florida. Allí, arruinado, físicamente débil y con la mente deteriorada sufrió un derrame cerebral el 21 de enero de 1947 que precedió a la neumonía que, cuatro días más tarde, acabaría con su vida, según el reportaje de Muy Historia.
Toda una vida de crimen organizado, contrabando y excesos culminó a los 48 años con el entierro de uno de los gánsteres más importantes de la historia de Estados Unidos en el cementerio de Mount Carmel bajo la inscripción de “Jesús mío, ten compasión”.